Con el
auge que han tenido los temas sobre la ecología y creación de energías
alternativas en los últimos años, algunas compañías latinoamericanas se han
visto en la necesidad de demostrar sus políticas sustentables al consumidor y
por ende, han adoptado una estrategia que les permite potenciar su lado
"verde".
Tal es el caso de la antigua estatal petrolera de Colombia, quien jamás sospechó
que cinco décadas después de su fundación cambiaría su nombre original (Empresa Colombiana de Petróleo)
por Ecopetrol, el cual resalta el prefijo "Eco" por declararse
amiga del medioambiente.
Ecopetrol,
cuyo logo resalta una gran iguana para dar un gran ejemplo de naturaleza y
diversidad, lanzó un nuevo slogan donde se coloca a sí misma como
proveedora de la "energía
para el futuro". Su director de imagen corporativa resalta que
"hoy una empresa petrolera que no se preocupe por temas ambientales está en otro mundo".
Otra que siguió esos pasos es la firma chilena Celulosa
Arauco, quien transformara
su imagen corporativa luego de haber sido altamente cuestionada por el impacto
ambiental de sus plantas de celulosa. La firma, conocida anteriormente
como Celulosa Arauco y Constitución (Celco), consolidó su marca en Arauco tal como era conocida
fuera de su país de origen, donde la compañía realiza la mayoría de sus ventas.
Como
parte de su segunda campaña de cambio de identidad, la nueva Arauco se
encuentra enfocada en valores como la innovación, trabajo y energía. Uno
de sus más importantes proyectos en la actualidad es la generación de nuevas
energías como la biomasa, lo que además permite a la compañía inyectarle
energía al sistema central de Chile.
La
petrolera brasileña Petrobras se convierte en otro gran ejemplo al darle un
giro a su imagen, en donde apuesta por los combustibles alternativos y
campañas ambientales. Recientemente estrenó la campaña "Una nueva era", en la cual destaca
su preocupación por el
medio ambiente y las generaciones futuras.
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