Las
petroleras temen una crisis más profunda que en la década de 1980.
Las
petroleras siguen desembolsando dinero y se endeudan más para mantener los
dividendos a los accionistas, a pesar de haber reducido ya el gasto en unos
180.000 millones de dólares para enfrentar uno de los peores momentos de la
industria en décadas.
Los
golpeados precios del petróleo, con el crudo Brent por debajo de 42 dólares el
barril o la mitad de hace un año, apuntan a que se necesitan más recortes de
nuevos proyectos y de las operaciones existentes.
Existen
pocas señales de que el precio del petróleo repunte debido a que la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sigue bombeando con fuerza a un mercado
de crudo sobreabastecido, como respuesta al crecimiento explosivo del
esquisto en Estados Unidos.
El mercado prevé que el Brent promedie 60 dólares por
barril en 2015 y 69 dólares por barril en 2017.
La Agencia Internacional de Energía dijo en febrero 2015
que estimaba que los precios se recuperarían a 73 dólares por barril en 2020, a medida que el
sobreabastecimiento disminuya lentamente.
Analistas del banco de inversión Jefferies afirman que las petroleras
redujeron sus puntos de equilibrio en 10 dólares por barril tras la más
reciente ronda de recortes de gastos, pero que aún necesitarán un precio de 82
dólares por barril en 2016 para cubrir gastos y dividendos, que han sido
la mayor atracción para las inversiones en el sector durante décadas.
“Para cubrir el déficit, el sector aumentará sus pedidos
de préstamos. Aunque el endeudamiento sigue siendo manejable dentro del sector,
no es una práctica que se pueda continuar a perpetuidad”, comentó Jefferies.
Los
gastos de las petroleras el próximo año bajarían en otro 5 a 15%, dependiendo
del precio del petróleo, según la consultoría Rystad Energy, con sede en Oslo.
Las grandes petroleras del mundo usaron sus resultados del 2ndo trimestre 2015
para mostrar que estaban preparadas para implementar medidas más profundas y
dolorosas.
El
jefe de BP, Bob Dudley, dijo que “los precios del petróleo estarán más bajos
por más tiempo”.
Parte del problema para las grandes petroleras es que las empresas estatales y
productores de esquisto han aumentado gradualmente su participación en la
producción global por años, haciendo que las primeras resulten víctimas
de fuerzas mayormente fuera de su control.
Sus
fuertes recortes de grandes inversiones reducirían la capacidad de producción
global en 2 millones de barriles al día en 2020, según Rystad Energy.
Pero los productores de la OPEP compensarán el déficit.
“Esta
ha sido una época realmente dura para la industria desde Aberdeen a
Angola a Houston (…) se siente como en 1986″, declaró Dudley de BP la semana
pasada tras una caída de casi dos tercios de la ganancia trimestral.
A
fines de 1985, los precios del crudo bajaron a 10 dólares por barril desde
cerca de 30 dólares el barril en un periodo de 8 meses debido a que la OPEP
aumentó la producción para recuperar participación de mercado tras un
incremento de la producción fuera del cártel.
La industria respondió recortando el gasto en casi un
cuarto y reduciendo su fuerza laboral en un tercio, según Morgan Stanley.
Los precios se recuperaron gradualmente en la década
siguiente a medida que aumentó la demanda global.
Pero
la sobreoferta de hoy podría durar mucho más.
Morgan Stanley: “Si los precios del petróleo siguen el camino que sugiere
la curva a futuro (…) esta depresión podría ser más severa que la de 1986.”
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