Aprender de los errores propios puede salirte muy caro.
Cómo
en todo en esta vida hay que comenzar poco a poco. Imagínate que quieres
ser boxeador, pero no sabes nada de boxeo, de hecho ni siquiera estas aun en
forma pero quieres pelear. Como no quieres esperar más, te lanzas a las
primeras de cambio a subirte a un ring y te colocas enfrente de un boxeador
profesional.
Eso parece sencillo ¿verdad? Lo podría hacer hasta yo.
Ahora bien empieza el combate y… ¿Te imaginas lo que probablemente ocurriría?
Bueno
pues con tus inversiones podría pasar más o menos lo mismo. Así que mi
recomendación como en cualquier otra cosa que te propongas, es que te entrenes.
Una
buena forma para hacerlo son los concursos o juegos de bolsa. Además de
ser un buen método para familiarizarse con los valores y la operativa, no
arriesgas dinero real.
Esto
último tiene un factor psicológico negativo, ya que al no operar con dinero
real los principiantes no suelen hacer una buena gestión de los riesgos en sus
decisiones de inversión.
De todos modos es una forma de poner los pies en la
tierra bastante barata, ya que podrás comprobar como a pesar de ser un juego
hay gente con mucha experiencia y aplicando sistemas con los que consiguen
rendimientos realmente asombrosos.
Debes
de practicar siendo consciente de las limitaciones que tiene un juego de bolsa.
Tu única misión y objetivo es familiarizarte, tomar decisiones de inversión de prueba y tantear tu
instinto y aprender.
Date
cuenta de que es un entorno en el que no se juega con dinero real y
además exige invertir de forma especulativa a muy corto plazo. Aun no has
definido cuál va a ser tu sistema de inversión por tanto evita tomar malas
costumbres.
Si no has invertido nunca en bolsa, te contaré lo que me
hubiese gustado que me dijesen la primera vez que decidí comprar unas acciones.
La
primera cuestión, es que todos los inversores y todos los potenciales
inversores tenemos una idea formada a cerca de la bolsa. Muchas de esas
ideas proceden de lo que hemos leído, visto en los medios de comunicación, oído
por boca de conocidos o extraños y por lo que nuestras personas de nuestro
entorno pueden habernos dicho alguna vez.
Básicamente
a ese conjunto de ideas y referencias se le llaman prejuicios. Te recomiendo
encarecidamente que borres de tu mente en el apartado “bolsa” de tu cerebro
todo aquello que te hayan contado y sea un juicio de valor.
Para lograrlo reflexiona y utiliza el sentido común (es difícil, lo sé). Y a
partir de ahora aplícate una máxima, sobre todo lo que leas, aprendas o te
digan sobre invertir en bolsa incluidas estas líneas, aplícales un juicio
crítico. No te creas nada,
cuestiónalo todo y sobretodo piensa. Te vas a jugar tu dinero, merece la
pena el esfuerzo.
Destierra
de tu mente ideas como que te puedes hacer rico de la noche a la mañana,
la bolsa es sólo de
malvados especuladores que lo controlan todo, la bolsa es un juego, es
imposible perder en el largo plazo o mitos de gente que cuenta sólo lo que ganó
en sus inversiones.
Se
supone que la bolsa es un mercado de valores negociables, donde cualquier
persona puede comprar mediante acciones parte de un negocio o empresa, que
acude al mercado para recoger dinero de los inversores y financiar así sus
proyectos.
Antes de lanzarte a comprar, piensa que los mercados seas principiante e
incluso inversor experto, pueden ser una trampa para tu dinero donde tienes muchísimas probabilidades de salir
perdiendo. Los mercados no son eficientes. Ni todo el mundo tiene acceso
a la misma información, ni al mismo tiempo que otros, ni puede interpretarla
del mismo modo. Tampoco los costes prestar y pedir prestado son iguales para
todos los inversores. Y así un largo etcétera.
Con esto no pretendo asustarte, simplemente quiero que seas consciente de
los riesgos que vas a asumir con tu dinero. Mucha gente da el salto a
invertir en bolsa pensando sólo en ganar y nunca valora la posibilidad de
perder. Tampoco se plantea
que hará si se equivoca y sus acciones empiezan a bajar y bajar.
Comprar barato y vender caro, esa es la idea ¿no? El
problema es que no es tan sencillo.
Recuerda
que si una inversión que te hace perder el sueño, estar nervioso o irritable
etc, es que esto no es para ti.
Una vez hayas resuelto estas cuestiones, debes determinar
el presupuesto de dinero que vas a emplear.
El mercado/s y clases de valores en que invertir.
Definir el estilo de inversión.
Seleccionar el bróker adecuado.
Y a ser posible desarrollar un sistema o estrategia de
inversión propio y que sea lo más sencillo y operativo posible.
Hoy
en día el mercado de valores gracias a las nuevas tecnologías, permite que
cualquier persona y desde cualquier parte del mundo, pueda realizar operaciones
de compra y venta siempre que haya un mercado abierto en el mundo y con tan
sólo un click desde tu ordenador.
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