EMPRESAS COLOMBIANAS ESTABLECEN SUCURSALES EN CENTROAMÉRICA



Los países centroamericanos y del Caribe se convirtieron en una oportunidad para las empresas colombianas cuando piensan en internacionalización.

Durante un siglo, Colombia sufrió del doloroso recuerdo de la pérdida de Panamá, un hecho que dejó heridas y que con frecuencia ponía a añorar a todo colombiano sobre lo que sería hoy el país con un territorio que se adentra en la región centroamericana.

Pero, más de un siglo después de este lamentable episodio, el desembarco iniciado por empresas colombianas en Centroamérica comienza a marcar un proceso inverso, de retoma del poderío colombiano en esa región a través de fusiones y adquisiciones.

El camino fue iniciado por Bancolombia en 2006 con la compra del Banco Agrícola de El Salvador, por US$900 millones, y que fue seguido en los últimos años por otras entidades financieras y firmas de la industria, el comercio, la infraestructura y los servicios.

En julio de 2010, la compra de BAC Credomatic que hizo el Banco de Bogotá por US$1.920 millones, marcó un hito histórico como la mayor transacción de una empresa colombiana en esta zona. Pero lo hecho por otras organizaciones no resulta menos importante.

Davivienda adquirió en 2012 los activos de HSBC en Costa Rica, El Salvador y Honduras por US$830 millones y hoy no descarta la posibilidad de adquirir los del Citibank en la región.

Hoy Bancolombia continúa con sus planes de inversión en ese mercado. Para 2015 tiene previsto destinar US$160 millones, de los cuales US$100 millones serán para Panamá y US$60 millones se dirigirán a El Salvador.

Estos recursos se dirigirán especialmente a consolidar las compras de HSBC y el Banco Agromercantil, mediante el desarrollo de proyectos estratégicos, mejoras en canales, tecnología, una nueva sede en Panamá y un centro de cómputo en El Salvador. El año pasado invirtió $158.000 millones.

Con el paso de los años, la lista ha crecido y con ella los proyectos e inversiones. Firmas como la EPM, EEB, Argos, Celsia, Orbis, Mineros y Arturo Calle tienen planes de crecimiento en la zona.

Gran jugador
Uno de los grandes actores del negocio cementero es Argos, que ha realizado inversiones por un monto superior a US$620 millones en esta región. Allí cuenta con una planta de cemento en Honduras; 6 moliendas de clínker ubicadas en Haití, Panamá, República Dominicana, Honduras, la Guayana Francesa y Surinam; 11 puertos y terminales de recepción y empaque, incluido el adquirido recientemente en Puerto Rico; y 15 centros de distribución de cemento en sacos.

Mauricio Ossa, vicepresidente de la Regional para el Caribe y Centroamérica de la compañía, señala que la capacidad instalada total para atender los diversos mercados es de alrededor de dos millones de toneladas de cemento al año.

En el negocio de concreto cuenta con 13 plantas y 186 camiones mezcladores ubicados en Haití, Panamá, República Dominicana y Surinam. La capacidad instalada total es de 516.000 metros cúbicos de concreto al año. Ossa señala que en cuatro años han tenido un crecimiento superior a 50% en las ventas de toneladas de cemento y más de 40% en el volumen de metros cúbicos de concreto.

Energía para la región
La energía colombiana también conquista Centroamérica. EPM tiene operación en Panamá, Guatemala y Salvador en negocios de energía.

Por su parte, la Empresa de Energía de Bogotá, a través de su filial Transportadora de Energía de Centroamérica S.A. (Trecsa), invertirá este año US$144 millones con los cuales la cifra total destinada a esta región en los últimos periodos ascenderá a US$447 millones. Estos recursos están dirigidos al desarrollo de tres proyectos que son clave para los intereses de la organización.

Néstor Pérez, gerente general de esta filial, explica que en este momento la empresa construye y opera en Guatemala el Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía, consistente en la construcción de 850 kilómetros de líneas de transmisión, 12 subestaciones nuevas y la ampliación de otras 12.

A esta iniciativa se suma el Anillo Pacífico Sur, un proyecto para los cinco principales ingenios azucareros de Guatemala y el de Cementos Progreso, que contempla una subestación, la conexión de dos transformadores y la construcción de 17 kilómetros de línea de transmisión. Hoy la operación de Trecsa representa 5% de los ingresos para Grupo Energía de Bogotá.

Otra grande que se le “midió” al mercado centroamericano es Celsia, que en diciembre del año pasado tomó el control de activos de la multinacional francesa GDF Suez, que adquirió en Panamá y Costa Rica por US$840 millones en agosto de 2014, operación con la que inició su expansión internacional.

Juan Guillermo Londoño, presidente saliente de la organización, asegura que a la fecha los resultados han estado alineados con el plan de negocios definido. Hoy esta operación representa alrededor de 30% de la capacidad instalada, 25% de los ingresos y 20% en la contribución del Ebitda.

Celsia Centroamérica es el segundo generador en Panamá, con alrededor de 20% de participación de mercado y en Costa Rica es el quinto, con 49,5 megavatios de energía renovable no convencional, con el Parque Eólico Guanacaste.

Mineros hace lo propio y tiene centradas sus expectativas de crecimiento en Nicaragua. La compañía planea potenciar allí su operación con el fin de incrementar su producción y llevarla a representar –en un periodo de tres años– 50% de su operación total. En este momento representa cerca de 35%.

Para cumplir con su objetivo, destinará cerca de US$8 millones. Estos recursos tienen como meta modernizar la planta y mejorar los procesos.

En Orbis la operación en Centroamérica pesa 15% y por ello este año destinará US$5 millones para el posicionamiento de su marca Pintacasa, solo en Panamá, mercado en el que quiere consolidarse con el negocio de las pinturas, asegura su presidente Santiago Piedrahita.

Sin duda, en el mediano plazo esta región seguirá siendo atractiva para las organizaciones que ya no encuentran en mercados vecinos como Venezuela y Ecuador las oportunidades que antes tenían, y que avanzan en la conquista de nuevos mercados.

Cuota comercial
El comercio no se ha quedado atrás en su llegada a Centroamérica. Arturo Calle es una de ellas. En esta región, la compañía ingresó en 2012 y ha realizado una inversión cercana a los US$9 millones con la apertura de seis almacenes, además de US$900.000 en mercadeo. Hoy hace presencia en Panamá, Costa Rica y El Salvador y trabaja en un proceso de consolidación antes de realizar nuevas movidas.

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