Mientras que las fortunas de los multimillonarios en
Latinoamérica crecen 6 veces más que el PIB de la región, según la Cepal, los
sistemas tributarios de estos países son 6 veces menos efectivos que los
europeos.
Las 5 familias más ricas de América Latina
¿Por qué los ricos de
América Latina pagan mucho menos impuestos que el resto?
Según cifras de la Oxfam (la organización internacional
que trabaja a favor de combatir la pobreza), en 2014 el 10% más rico de la
región latinoamericana amasó el 71% de la riqueza y en los próximos años la
tendencia continuará, ya que el 1% más rico tendría más riqueza que el 99%
restante.
Las fortunas de los
multimillonarios aumentaron en promedio un 21% anual entre 2002 y 2015, lo que representa un crecimiento seis
veces superior al del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, según
plantea la organización.
Esto es un aspecto de gran
preocupación, ya que “el
alto grado de desigualdad y de concentración del ingreso se ve confirmado por el análisis de los datos tributarios
disponibles relativos a la renta personal en diversos países de la región”,
así lo afirma el documento ‘Tributación para un Crecimiento Inclusivo’ de
la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL).
Según la Cepal, la evasión y elusión de
impuestos le cuesta a la región latinoamericana millones de dólares en ingresos
tributarios perdidos, ingresos que podrían convertirse en inversión en
obras públicas, mejoramiento de la educación, la salud, el transporte, la
productividad y la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
La comisión afirma que la
evasión de impuestos sobre la renta personal y de las empresas le costó a
América Latina más de US$190.000 millones en 2014, lo que representa un 4% del
PIB regional.
Con el objetivo de garantizar un crecimiento sostenible e
inclusivo en la región, la Oxfam y la Cepal plantean que las reformas
tributarias son una buena manera de empezar.
Sin embargo, en el
documento se afirma que los
sistemas tributarios de América Latina son seis veces menos efectivos que los
europeos en cuanto a la redistribución de la riqueza y la reducción de la
desigualdad.
La Cepal plantea que con
el fin de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los gobiernos deben
tomar medidas concretas y coordinadas para la creación de un sistema tributario
adaptado al siglo XXI.
“Los gobiernos deben implementar sistemas tributarios más
progresistas y fortalecer la cooperación mundial y regional para evitar una
competencia perversa entre naciones en el ámbito tributario (…) deben trabajar conjuntamente bajo los auspicios de
las Naciones Unidas para reformar el sistema tributario internacional, de modo que las empresas
multinacionales y los ricos no puedan aprovechar las lagunas de la
legislación tributaria ni esconder sus riquezas en paraísos fiscales”, alega el
documento.
Impuestos directos e indirectos
El papel de los impuestos
directos (a la renta) es limitado, ya que los indirectos como el impuesto al
valor agregado (IVA) hacen parte de los principales en la estructura tributaria
en la región. Su
repercusión a nivel socioeconómico se evidencia en que “el aumento del IVA hace
que se incremente todavía más la pobreza de las clases más pobres”.
Según la Cepal esto explica una presión tributaria más
baja, donde los países latinoamericanos recaudaron con impuestos sobre la renta
un total del 5,2% del PIB en 2013. Por su
parte, los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (Ocde) registraron una recaudación del impuesto sobre la renta de un
11,6% del PIB en el mismo año.
Es por esto que, en gran
parte de los países latinoamericanos el régimen tributario en los últimos años
ha sido regresivo “ya que
el peso de los impuestos indirectos (que son altamente regresivos) no se
compensa con la progresividad de los impuestos directos, que no generan
suficientes ingresos fiscales como para tener un impacto importante en la
redistribución”, indica la Cepal.
Por estos motivos la
comisión concluye que el IVA y otros impuestos sobre el consumo aportan muchos
ingresos al gobierno pero
son altamente regresivos en su impacto principal, mientras que el
impuesto sobre la renta es más progresivo en su efecto primario a pesar de que
aporta menos ingresos.
Finalmente, es evidente
que la brecha de recaudación tributaria entre América Latina y los países de la
Ocde está ligada al impuesto sobre la renta, a pesar de que la carga del
impuesto a las empresas en la región se compara favorablemente. “El pobre desempeño podría
deberse en parte a la elusión de impuestos a gran escala, además de las
deficiencias estructurales del código tributario”, puntualiza la Cepal.
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