Novartis es la empresa familiar más
grande del mundo, entre las que cotizan en la bolsa de valores.
Según
Credit Suisse, entre 2006 y 2015, estas empresas fueron 4,5 % más rentables que
en el índice global. Es
decir, que vale la pena invertir en este tipo de acciones.
Un
estudio sobre las empresas familiares en el mundo arrojó varias sorpresas. Así
lo reveló Credit Suisse, institución que lanzó esta semana un índice en el que
estudia el comportamiento de 900 empresas de este tipo de todo el mundo.
Por
ejemplo, en el periodo 2006-2015, el índice, elaborado por el Research
Institute de Credit Suisse, rentó 4,5 % más que el de renta variable mundial
MSCI. De esto se concluye
que invertir en acciones de empresas familiares, versus las que no lo son, se
traduce, por lo general, en mayores rentabilidades.
El
índice fue construido con 920 compañías listadas en bolsa, que tienen una
capitalización bursátil relevante y en las que la familia fundadora controla como mínimo el 20 % de la
propiedad de la empresa.
Entre
los resultados más destacados figuran los siguientes: Asia es el continente con
mayor cantidad de empresas con estas características.
El 50 % de estas compañías logra pasar
a la segunda generación familiar; el 22 % llega a manos de la tercera y solo 10
% a la cuarta.
La
contribución de las empresas familiares al Producto Interno Bruto de cada país
también fue medida. Estas
aportan un 57 % al PIB de Estados Unidos, 70 % en Europa, 34 % en Asia y 60 %
en América Latina.
El estudio también señala que la
creación de riqueza de las empresas familiares ofrece una oportunidad de
inversión para los accionistas externos.
“El foco en la conservación de la caja
conduce a rendimientos mayores y a un desempeño superior en el precio de la
acción.
Nuestro análisis muestra que los retornos más altos por acción provienen de la
inversión hecha junto con el fundador. Esto va decreciendo en las siguientes
generaciones”.
De
la misma manera, en el largo plazo, las empresas familiares incluidas en el CS
Global Family 900 han generado el doble de la ganancia económica que las
compañías de su industria, pero de carácter no familiar. En este punto, el
estudio desarrolla el caso de Wal-Mart versus Alfa Labal.
En las empresas familiares los ciclos
del negocio son más suaves y estables. También se demuestra que el crecimiento en las
ventas es menos volátil, con picos más bajos y valles más pronunciados.
Las empresas familiares en Estados
Unidos invierten 25 % menos en investigación y desarrollo. En Europa es un 20 %
menos. Una
vez más, esto es indicativo del estilo más conservador de este tipo de
organizaciones.
Los gobiernos corporativos son más
eficientes.
Hay una alineación más cercana entre los intereses de los dueños y los
minoritarios de lo que el mercado cree.
La calidad de sus números e información
financiera es mejor
y reflejan el enfoque de los dueños en la conservación de la riqueza en el
largo plazo.
Así mismo, la supervivencia de las
empresas familiares tiende a ser más fácil en sectores que son más dependientes
de los activos tangibles.
“Vemos
una dilución rápida de la propiedad en las empresas basadas en la propiedad
intelectual”. Esto puede
reflejar que las generaciones sucesoras no comparten la visión o los intereses
del fundador.
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