Cuando hablamos de población a menudo nos centramos
en el problema de la explosión demográfica: ahora sabemos que para el 2022
India será el país más poblado del mundo, superando a China, con más de 1.450 millones
de habitantes.
Esto sin embargo nos hace olvidar otro problema: la
contracción demográfica, las poblaciones que más rápido se están disminuyendo.
Japón tiene este problema. Su último censo revela
que en los últimos cinco años la población se redujo casi un millón de personas: 947.000, para ser exactos.
Hasta octubre
del año pasado el país asiático tenía 127,1 millones de habitantes, 0,7% menos
que en el último censo de 2010, informó el Ministerio de Asuntos Internos. Esto marca la primera contracción
del crecimiento poblacional de Japón desde que el censo se inauguró en 1920.
Los demógrafos ya habían pronosticado el descenso.
La razón: una menor tasa de natalidad y la escasez de inmigrantes. Esto, sumado al rápido aumento de la
población que envejece, están contribuyendo al prolongado estancamiento de la economía y a temores
por los crecientes costos de salud.
Durante gran
parte del siglo XX Japón experimentó un aumento de su población, pero en las
últimas décadas la tendencia cambió.
La población
japonesa comenzó a disminuir en 2004 y ahora se ha convertido en la población
que más rápido está envejeciendo en el mundo.
Los demógrafos predicen para las próximas décadas
una drástica disminución en la
población de edad laboral con un incremento simultáneo en el número de
ancianos.
Una población
que envejece significa
menos trabajadores y más dependientes en el país. Más de 22% de los japoneses tienen hoy
65 años o más y según un informe del gobierno, para 2060 el número de
habitantes se reducirá a 87 millones de los cuales casi 40% tendrá 65 años o
más.
De hecho, el
primer ministro Shinzo Abe ya estableció como prioridad impulsar la tasa de natalidad de 1,4 hijos
a 1,8 por mujer. Las economías más avanzadas a menudo establecen una
tasa de 2,1 hijos para lograr una estabilidad demográfica.
Para lograrlo
Abe prometió mejorar los
incentivos fiscales y de cuidados infantiles, y para ello nombró a
Katsunobu Kato como el "ministro de los 100 millones de ciudadanos
activos".
Kato, que tiene
cuatro hijos, tiene la tarea de estabilizar en 1,8 la tasa de natalidad
japonesa. Las cosas, dicen los expertos, son más complicadas que esto. La
disminución de la población, tal como muestra el censo, ocurrió en
principalmente en las áreas rurales.
Tokio, la capital, continúa atrayendo residentes y
es hogar de 28,4% de la población.
En las nueve áreas urbanas principales del país viven 53,9% de los japoneses.
Pero aunque
Japón está atrayendo la atención con su contracción poblacional, hay países cuyas poblaciones se
han reducido mucho más, en términos porcentuales. De hecho, Japón ocupa
el lugar número 16 en la lista de países cuyas poblaciones se están reduciendo
rápidamente, según datos publicados por el Banco Mundial.
Varias otras
naciones están tratando de enfrentar el problema de una población que se
contrae, debido a la emigración y/o a la reducción en las tasas de natalidad.
Los datos de los
Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial, calculados con información de la
ONU, censos nacionales y estadísticas regionales, fueron publicados en julio de
2015 y muestran los países que más se redujeron en un año, de 2013 a 2014.
Puerto Rico (un estado libre asociado de EE.UU.)
ocupa el primer lugar, con una disminución de 1,3% en ese período. Se cree que la gente continúa saliendo de
la isla debido
principalmente a la inestabilidad económica y el desempleo. Es notable
que los otros 10 países que más se redujeron demográficamente durante ese
período son miembros de la Unión Europea.
Estos son:
Letonia (-1,1%),
Lituania (-1%),
Grecia (-0,6%),
Portugal (-0,6%),
Bulgaria (-0,5%),
Serbia (-0,5%),
España (-0,5%),
Croacia (-0,4%)
Rumania (-0,5%).
Varios de estos
países han estado experimentando inestabilidad económica y altas tasas de
desempleo que podrían estar conduciendo a un creciente número de emigrantes.
España, por
ejemplo, que experimentó una reducción de 0,5% de 2013 a 2014. Este es el equivalente de casi 215.000
habitantes.
Vale la pena
notar que en este mismo período, Japón experimentó una pérdida de unas 200.000
personas, el equivalente proporcionalmente a una disminución de 0,2%.
Esto demuestra
el impacto que la emigración está teniendo en el mundo.
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