Analistas
estiman un PIB (producción) por debajo del de este año, alta cotización del
dólar y aumento de tasas de interés.
Las
movidas empresariales se desaceleraron en el 2015 y brillaron por su ausencia las
superiores a 1.000 millones de dólares.
Y todo indica que el 2016 será igual, pues analistas
estiman, entre otros, un PIB (producción) por debajo del de este año, alta cotización del dólar y
aumento de tasas de interés. Esto último originaría el consecuente
retraimiento del gasto de los hogares, lo que, a su vez, conduciría a la reducción en los
presupuestos de las compañías destinados a expansiones, o por lo menos a
ubicarlos en los mismos niveles del 2015.
El presidente de Ashmore Management Company Colombia,
Camilo Villaveces Atuesta, vaticina que el 2016 será difícil por la situación
macro y fiscal del país. “Los
20 billones de pesos que han caído los ingresos del petróleo no se han
reemplazado, y los que pagan impuestos no resisten más. Por tanto, la única solución es poner a los
que no los pagan, y eso no es tan fácil. Eso afecta los negocios”,
explica el empresario.
Agrega que la devaluación del peso en lugar de hacer más baratas
las empresas colombianas para ser compradas por grupos extranjeros, las
encareció, pues algunos dueños, particularmente familias, optaron por tasar el
precio en dólares y no en pesos, inclusive con poca o ninguna facturación
proveniente del exterior.
“Sus
dueños deben considerar la realidad de que si facturan en pesos, las valoraron
a un dólar de 2.000 pesos y si quieren vender, deben revalorarlas a
precios de hoy en moneda local y acomodarse a la nueva realidad”, dice Martha
Juliana Silva, presidenta de Silk Banca de Inversión.
Sin embargo, la ejecutiva es optimista y prevé que el año entrante la economía
colombiana no caerá de forma sustancial por causa de los menores ingresos
provenientes del sector petrolero.
Considera que los niveles de inversión en el país podrían
mantenerse cercanos al 30 por ciento del PIB y los fondos de capital seguirán
siendo animadores de las movidas.
“Colombia
puede ir de manera contracíclica porque aunque depende de los recursos
minero-energéticos, tiene otros frentes de desarrollo como la
infraestructura, la vivienda y la educación”, añade la directiva.
La presidenta de ProColombia, María Claudia Lacouture,
dice que en el 2016 mantendrán el acompañamiento a las firmas para atraer más
capital extranjero de largo plazo.
En
medio de la incertidumbre de las demandas y tras una revalorización del precio,
es probable que el próximo año el Estado pueda vender por fin su 57 por ciento
de la generadora Isagén.
También es factible que la brasileña Petrobras venda sus
113 estaciones de servicio, una red de tiendas de conveniencia y una planta de
lubricantes en el país, operación que estaría entre los 90 y 100 millones de
dólares. Entre los
potenciales compradores figuran Terpel y Puma Energy, de Singapur.
Igualmente, podría darse la llegada de un socio estratégico para la textilera
Fabricato, en la que habría varios interesados, así como la venta de una
parte minoritaria de su competidora Coltejer.
Otro negocio que no se descarta para el próximo año tiene
que ver con el anuncio de la casa matriz de la coreana Hyundai para confirmar
que el grupo ecuatoriano Eljuri,
que gestiona a Kia en el país, manejará esa marca. Tras 23 años,
terminan las relaciones de Hyundai Motor Company con Hyundai Colombia
Automotriz.
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