La
ralentización de la economía china está perjudicando al crecimiento mundial,
pero al mismo tiempo también está creando excelentes oportunidades para que las
empresas se adapten y prosperen.
Como inversores bursátiles, es esencial poder ver más allá del ruido que ahora rodea
permanentemente la coyuntura macroeconómica china e identificar esas
empresas.
Desde el punto de vista de los fundamentales, nada ha cambiado en China desde
finales del año pasado y comienzos de este. Naturalmente, la situación
dista mucho de ser idílica y recuerda a las fases de caídas continuadas del
crecimiento del PIB que ocurrieron en 1993/1994 y 1998. Entonces, el
crecimiento se redujo desde un máximo del 15% a menos del 7%, en torno a la
cifra anunciada el año pasado.
Merece la pena volver la vista al hundimiento que se
produjo en 1998 y recordar qué ocurría por aquel entonces en una modesta
vivienda de la ciudad de Hangzhou: Jack Ma, un profesor de inglés, compartía
casa con cuatro o cinco
estudiantes de programación que habían comenzado a ensamblar el código de lo
que pronto se convertiría en Alibaba. Fue también por aquel entonces
cuando Fidelity llamó a su puerta y pronto se convirtió en uno de los primeros
accionistas significativos de su negocio.
A
veces, las cosas llevan su tiempo en China: dieciséis años después,
Alibaba salió a bolsa en Nueva York y
protagonizó la OPV más grande de la historia. Jack Ma se convirtió de pronto en uno de
los hombres más ricos del mundo y nuestra historia de apoyo a la
compañía nos permitió ser uno de los mayores inversores individuales en la OPV.
Algunas
de las mejores empresas nacen en momentos de tensiones macroeconómicas.
Ofrecen productos que satisfacen las necesidades cambiantes de los inversores
adoptando las últimas tecnologías; dos excelentes ejemplos son IBM y Ford, al
igual que Alibaba.
Resulta
esencial ver más allá del ruido y ser rigurosos cuando se buscan negocios como
estos. La ralentización de la economía china está perjudicando al crecimiento
mundial, pero al mismo tiempo también está creando excelentes oportunidades
para que las empresas se adapten y prosperen.
Como inversores bursátiles, es esencial poder ver más
allá del ruido que ahora rodea permanentemente la coyuntura macroeconómica
china e identificar esas empresas.
Volviendo
al presente, China se enfrenta a importantes obstáculos en su crecimiento,
pero lo que debería preocuparnos hoy en día es la calidad de ese crecimiento (es decir, más
consumo y menos inversión a base de deuda).
Esa
calidad está empezando a aparecer, sobre todo en áreas de la nueva economía
donde se concentra la agenda de reformas del país.
Los
salarios están subiendo en muchos sectores de la nueva economía en
respuesta al mayor valor añadido y la mayor capacitación de la mano de obra a
medida que pasa de la fabricación de camisetas y juguetes (un trabajo que ya se
ha trasladado a los mercados "frontera" de Asia) a eslabones
superiores de la cadena de valor donde hay un menor componente de manufacturas baratas y un
mayor peso de los servicios y el consumo.
Los
enormes avances en educación y el número de estudiantes universitarios que
acceden al mercado laboral, combinado con los conocimientos y experiencia
adquiridos tras haber sido durante muchos años la fábrica del mundo para los
coches, los aparatos electrónicos y prácticamente todo lo demás, están permitiendo a las marcas
chinas innovar y escalar por la cadena de valor junto con sus empleados.
Esto supone una gran ventaja para las empresas que están
dando sus primeros pasos en China o que van a
ser capaces de prosperar en las condiciones actuales.
El caso de Alibaba no es único. China está repleta de emprendedores que han
convertido buenas ideas en excelentes negocios con fundamentales sólidos y
perspectivas positivas para los próximos años.
Tencent
y Baidu ocupan junto a Alibaba un lugar en la clasificación de las diez mayores
empresas de Internet del mundo. Los medios occidentales a menudo nos
hacen creer que son simplemente copias de empresas occidentales como Google,
Facebook o Amazon, y no lo son. Han innovado de la mano de emprendedores chinos y trabajan con modelos
de negocio completamente diferentes para audiencias completamente
diferentes.
Tal vez una de las mejores cosas que ofrece China a los inversores bursátiles
es que sus mercados son enormes, amplios y diversificados, lo que nos
permite encontrar excelentes ideas de inversión con nuestro análisis
ascendente, con independencia del entorno macroeconómico. Aunque hemos visto un aumento de la
volatilidad, consideramos que es algo positivo y que crea oportunidades.
A la vista de las bajas valoraciones actuales, es un buen momento para que
nuestro equipo de inversión busque estas oportunidades.
Si
los inversores no mantienen el rumbo en China, corren el riesgo de perderse lo
que perfectamente podrían ser algunas de las mayores historias de éxito del
mundo durante los próximos años
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