La
moneda digital conocida como bitcoin apenas tiene seis años de vida y muchos de
sus críticos ya le han extendido el certificado de defunción.
Sin embargo, independientemente de si bitcoin sobrevive o
no, la tecnología en la
que se basa está aquí para quedarse. En realidad, la tecnología se
volverá cada más influyente a medida que los desarrolladores crean versiones y
clones más nuevos y mejores.
Ninguna
moneda digital desplazará pronto al dólar, pero bitcoin es mucho más que una
divisa. Es un sistema radicalmente nuevo y descentralizado para
administrar la forma en que las sociedades intercambian valor. Simplemente es una de las
innovaciones más poderosas en las finanzas en los últimos 500 años.
Si se difunde ampliamente en los engranajes de la
economía global, este
modelo podría reducir billones de dólares en tarifas financieras;
computarizar buena parte del trabajo realizado por los procesadores de pagos,
las oficinas de gobierno de títulos de propiedad, abogados y contadores; crear
oportunidades para miles de millones de personas que no tienen cuentas
bancarias. Se creará mucho
valor, pero también muchos empleos se volverán obsoletos.
Bitcoin tiene algunas fallas indiscutibles, al menos en
su versión actual. Sus
oscilaciones son excesivas. (¿A quién le gustaría que los precios de sus
alimentos varíen 10% de una semana a la otra?). Su anonimidad lo han convertido en un refugio
de narcotraficantes. Los “monederos” (como se les conoce a las
aplicaciones individuales de software que gestionan las posesiones bitcoin) han
sido vulnerables a los ataques cibernéticos
Aunque el programa central que opera bitcoin ha resistido
seis años de intentos de hackeo, los ataques exitosos en negocios relacionados
han creado la impresión de que bitcoin no es un lugar seguro para guardar
dinero. Hasta que se superen estas percepciones o bitcoin sea reemplazado por
una moneda digital superior, el
público se mantendrá receloso hacia el concepto, y los reguladores sentirán la
tentación de suprimirlo.
Bitcoin
es una tecnología en evolución y su innovador programa central de software es
constantemente mejorado. Es de código abierto y no tiene derechos de
autor, por lo tanto es accesible a cualquiera que quiera observarlo de cerca, copiarlo,
sugerir mejoras o crear aplicaciones.
Inspirado por este potencial, “probablemente 10.000 de
los mejores desarrolladores del mundo están trabajando en bitcoin”. Este
ejército de voluntarios ha desarrollado criptografía para hacer que los monederos de bitcoin sean más
seguros y asegurables así como nuevas herramientas de intercambio para
ayudar a estabilizar el precio. Las fallas de la moneda digital están siendo resueltas.
Los
bitcoins existen estrictamente como entradas en un sistema contable: un libro
de contabilidad transparente conocido como “cadena de bloques” que registra los
saldos y transferencias entre las “direcciones” especiales de bitcoins. Poseer bitcoins no significa
tener un billete digital en un bolsillo digital, sino tener un derecho a una
dirección de bitcoin, con una contraseña secreta, y a transferir su saldo a
otra persona.
Este
libro contable es lo que otorga a bitcoin su potencial de trastornar las
finanzas globales. En el actual sistema monetario, le confiamos a los
bancos y otros intermediarios la tarea de ser guardianes de casi toda
transacción.
Estas instituciones centralizadas mantienen libros
contables internos que guardan bajo siete llaves y, con esa información,
determinan si sus clientes tienen suficiente crédito para hacer cheques,
comprar bienes con tarjetas de crédito o transferir fondos.
En el caso de bitcoin, los saldos de todos los usuarios son registrados en un
libro contable público y de amplia distribución que es actualizado por miles de
computadoras independientes conocidas como “mineras”.
Para
entender cómo funciona y porqué es más eficiente y barato que el sistema
actual, veamos un ejemplo concreto: comprar un café. Si paga con tarjeta
de crédito, la transacción parece bastante sencilla: desliza su tarjeta, toma
su café y se va. Pero antes de que la tienda reciba su pago y su saldo bancario
disminuya, más de media docenas de instituciones —como un procesador de
facturas, la empresa de tarjetas (Visa, MasterCard, MA -2.37% etc.), su banco, el banco de la cafetería, un
procesador de pagos— habrán compartido parte de la información de su cuenta o
intervenido en la transacción. Si todo sale bien, su banco confirmará su
identidad y buen crédito y enviará el pago al banco de la cafetería dos o tres
días después. Por este privilegio, la cafetería debe pagar entre 2% y 3%.
Ahora, paguemos en bitcoins, suponiendo que su cafetería
favorita lo acepta (más de 82.000 comercios ya lo hacen). Si no tiene bitcoins,
tendrá que comprarlos de uno de los múltiples mercados y firmas de corretaje en
línea mediante una transferencia de su cuenta bancaria.
Posteriormente,
asignará los bitcoins a un monedero, que funciona como una cuenta en línea. Una
vez en la cafetería, tendrá que abrir la aplicación del monedero en su smartphone
y sostener su lector de código QR frente al dispositivo del local. Esto permite
que su contraseña secreta libere una dirección de bitcoin e informe al sistema
de computadoras bitcoin que usted está transfiriendo US$1,75 en bitcoins
(actualmente alrededor de 0,0076 bitcoins) a la dirección de la cafetería. Esto demora segundos tras los
cuales se puede ir con su café.
Lo que ocurre después es crucial. A diferencia del
sistema actual, su transacción inmediatamente es divulgada al mundo (en datos
alfanuméricos que no pueden ser vinculados a usted). Su información luego es
recopilada por los “mineros” de bitcoin, las computadoras que mantienen el
sistema y son remuneradas, aproximadamente cada 10 minutos, por el trabajo de
confirmar transacciones.
Toma
de 10 minutos a una hora para que esta red de computadoras confirme formalmente
una transferencia de su dirección de cadena de bloques a la de la cafetería,
comparado con una espera de entre dos y tres días para el procesamiento de una
transacción de tarjeta de crédito. Algunas monedas digitales nuevas son capaces de completar
operaciones en segundos.
Casi no hay que pagar tarifas y la información personal
de los usuarios no es divulgada. Esta característica de bitcoin es
especialmente atractiva para los defensores de la privacidad.
Las
ventajas de las monedas digitales son mucho más visibles en mercados emergentes.
Por ejemplo, permiten a los trabajadores migrantes eludir los cobros por los servicios de envío de
dinero a sus países.
Muchos, sin embargo, se preguntan ¿qué valor puede tener
un bitcoin si no cuenta con el respaldo del oro o un gobierno? El dinero es, en
el sentido más amplio de la palabra, un sistema para registrar las posesiones y
las deudas de las personas. Las
monedas físicas, como el dólar, son solamente símbolos de ese sistema que
representan un criterio compartido de valor. La invención de las cadenas
de bloques ofrece un mecanismo descentralizado y público para registrar estos
balances. .
A
pesar de sus beneficios, el uso de bitcoin no se ha popularizado en parte
debido a las preocupaciones sobre volatilidad, inseguridad y criminalidad
que han seguido atormentado a la divisa virtual. Aunque muchas empresas aceptan
bitcoin, el uso global de la moneda digital promedió apenas US$50 millones al
día en 2014. Durante el mismo período, Visa y MasterCard procesaron US$32.000
millones al día.
Sin embargo, el crecimiento de la tecnología de monedas digitales tiene
implicaciones más profundas. Podría reducir los costos financieros generales y dejar más dinero en
los bolsillos de la gente. Al mismo tiempo, podría causar pérdidas de empleos, potencialmente
volviendo obsoletos millones de puestos en servicios tradicionales de
intermediación.
No son preocupaciones triviales. Los banqueros de Wall
Street y los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos analizan
formas de que esta tecnología vuelva el sistema financiero más eficiente. Los
reguladores en el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York y en
otros lugares están diseñando reglas para reducir los riesgos de las monedas
digitales incluso a medida que alientan la innovación. Y los gobiernos de México y Reino Unido exploran
el uso de tecnología de cadena de bloques para mejorar las redes financieras y
fortalecer el gobierno económico.
En última instancia, el ascenso de las divisas digitales
puede estar ligado a la evolución de la especie. Internet ha trastornado y descentralizado gran parte de
la economía mundial, pero el mundo centralizado de las finanzas sigue siendo
parte del siglo XV. Las monedas digitales pueden ayudarlo a adaptarse y
sobrevivir.
A pesar de sus problemas, bitcoin representa el futuro de
las finanzas globales, un mundo que sigue anclado en el siglo XV
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios aqui: