Parece descabellado pensar en comprar títulos a diez años con interés
negativo. No obstante tiene una explicación técnica para que los inversores
decidan financiar a los estados y pagar en lugar de recibir un rendimiento.
En días pasados Suiza se convirtió en el primer país en colocar
bonos a diez años con rendimientos negativos. Lo hizo el miércoles pasado a una tasa del -0,55%.
Anteriormente se habían visto colocaciones
con intereses negativos, pero a un plazo menor como el de España que lo había
hecho a siete años. Holanda
se sumó a este con una colocación de 2.500 millones de euros y una rentabilidad del -0,094%
Parece una jugada poco inteligente la de adquirir títulos que en lugar
de rentar generarán una pérdida, incluso si se mantienen al vencimiento. Los bonos alemanes se cotizan en negativo hasta un plazo de siete
años.
Los Exchange Traded Funds (ETF) de bonos no
tienen una opción distinta de inversión. J.P Morgan estima que los fondos que
replican índices de bonos con un patrimonio de US$150.000 millones (sobre un
total de 350.000 millones que hay en esta categoría) sólo invierten en títulos
los gobiernos soberanos, y dado que algunos de estos son categorizados como muy líquidos deben respetar
su política de inversión y limitarse a esos activos.
A su vez, los bancos tienen un excedente importante de liquidez y, antes de llevarlo a la facilidad de depósito del Banco Central
Europeo (BCE) al -0,2%, prefieren
comprar deuda con rentabilidades ligeramente menos onerosas, dicho de
otra manera, menos negativas. Además, no se descarta que el Banco Central
Europeo establezca todavía niveles más negativos a la banca, cuando ésta acude
a depositar excedentes de su liquidez en el Banco Central.
La presión bajista en las tasas de interés de los bonos que desataron
las compras del BCE continuará de acuerdo con los expertos.
Hay ahora €2,6 billones de bonos soberanos cotizando con una rentabilidad inferior al 0,1% en la
eurozona, lo que equivale al 39% del total del mercado.
“Los inversores no tienen alternativas, con
lo que el QE seguirá comprimiendo las rentabilidades", señala un experto
del Royal Bank Scotland.
Es por esta razón, quienes adquieren los títulos, los compran hoy con
la intención de venderlos mañana más caros. Los bonos italianos,
españoles y alemanes a diez años han registrado una rentabilidad del 5%, 3,5% y
un 3,3%, respectivamente, desde el 1 de enero de 2015. Si a esto se suma que la inflación sigue en
niveles inusualmente bajos -en Suiza incluso hay riesgo de deflación-,
la rentabilidad real puede llegar a ser positiva aunque la tasa de interés
nominal sea negativa.
El momento difícil será cuando Estados Unidos decida por fin comenzar a
subir sus tasas de interés, pues esa podría convertirse en la amenaza para
estas inversiones realizadas con tasa de interés negativas.
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