Es básico saber cuánto tienes y cómo lo gastas.
Comienza
a cultivar estos hábitos y sé testigo del increíble efecto dominó que se
produce en todos los ámbitos de tu vida con sólo trabajar en tu bienestar financiero.
La realidad es que estamos pasando por una crisis de
educación financiera. La brecha entre la complejidad del mundo financiero y
nuestra habilidad de navegarlo se hace cada vez más grande.
No
se puede discutir nuestra necesidad de una mayor y mejor educación financiera;
sin embargo, el conocimiento en la materia es sólo uno de los varios pasos que
se necesita seguir para poder alcanzar un equilibrio financiero. Aún más
importante que tener la información, es la puesta en práctica. Cambiar nuestros
hábitos y conductas financieras es crucial si queremos mejorar este aspecto de
nuestras vidas.
No
sólo se trata de cuánto dinero se produce, sino de cuánto les permiten sus
recursos tanto ahora como en el futuro (seguridad y libertad
financiera). Aquellos que reportaron niveles más altos de bienestar financiero,
tuvieron en común 3
hábitos que te compartimos a continuación, para que tú, como ellos,
alcances un equilibrio dentro de tus finanzas personales:
Saber
cuánto tienes y cómo lo gastas. Es básico tener perfecta noción de tus
gastos tanto diarios como mensuales. Los miembros de la muestra con mejores
resultados pueden cubrir sus gastos a la perfección y pagar deudas
puntualmente; además, no se preocupan por tener suficiente dinero para “sacar” la
quincena o el mes; es decir, “no viven al día”. En sus palabras, no se trata simplemente de tener
dinero, sino de saber cómo manejarlo.
Tener
un colchón financiero. Es decir, tener la capacidad de absorber un golpe
financiero. Ya sea que se trate de un accidente de auto o un despido reciente,
es necesario tener una red de seguridad para evitarse un mal rato.
Planear.
Los consumidores con un mayor sentido de bienestar financiero saben qué camino
seguir para alcanzar sus metas económicas y no se desvían. Con plan financiero
en forma o no, están trabajando activamente hacia estas metas, que pueden
incluir ahorrar para comprar un auto o una casa, pagar un préstamo educativo,
ahorrar dinero para el retiro, o algo tan simple como tener suficiente para
emergencias.
¿Cómo
fortalecer estos tres hábitos y alcanzar el bienestar financiero? Investigar,
planear, y actuar: primero se investiga para saber cómo tomar mejores
decisiones financieras; acto seguido, se plantean metas realistas y se
establecen estrategias y tácticas para lograrlas; posteriormente se aprovechan
los recursos que se tiene para no desviarse del camino y conseguir sus metas.
Establecer
hábitos financieros responsables, y tomar decisiones económicamente
balanceadas, puede tener grandes recompensas para ti dentro de tu libertad
financiera y calidad de vida. Se encontró que los miembros de la muestra
que percibían sus finanzas equilibradas, se sentían con la libertad de tomar
decisiones que les permitiesen “disfrutar de la vida”. Ya sea para hacer un viaje,
salir a comer con relativa frecuencia, o trabajar menos para pasar más tiempo
con su familia, las personas financieramente balanceadas tienen la flexibilidad
para invertir tiempo y dinero en todo aquello que incrementa sus niveles de
felicidad. Comienza a involucrar estas conductas a tu manejo diario de finanzas
personales, y sé testigo
del increíble efecto dominó que se produce en todos los ámbitos de tu vida con
tan sólo trabajar en tu bienestar financiero.
Tres preguntas que pueden cambiar sus finanzas y su vida
George Kinder propone tres preguntas para evaluar lo que
realmente le importa y motivarlo a ahorrar.
Si su propósito de año nuevo de ahorrar más ya está en
ruinas, quizás necesita motivación adicional. Mi consejo: haga un esfuerzo por ilusionarse
por su futuro financiero con la ayuda de tres preguntas.
En la encuesta reciente, solo el 33% de los encuestados estadounidenses se
describieron como muy contentos y solo 27% indicaron que estaban satisfechos
con su situación financiera.
Al mismo
tiempo, 47% calificaron su vida de rutinaria o aburrida. En cuanto a su
trabajo, 37% señaló que estaba solamente moderadamente satisfecho y otro 12%
indicó estar insatisfecho. Estas cifras no han cambiado mucho en las
últimas cuatro décadas, a pesar de una duplicación en los ingresos per cápita
ajustados para la inflación.
Hay toda una serie de explicaciones de estas
estadísticas, pero aquí hay una posibilidad: mucha gente dedica su vida a buscar objetivos financieros
que no les entusiasman. Saben que deben ahorrar para el pago inicial de
una casa, financiar las cuentas universitarias de sus hijos e invertir en su
propia jubilación.
Pero no están particularmente motivados para ahorrar porque no han
reflexionado a fondo sobre estos objetivos, por qué son importantes para ellos
y si hay otras metas que podrían ser más importantes.
Esa es la brecha que la llamada planificación de vida
intenta llenar. ¿Qué es la
planificación de vida? Es un esfuerzo por elevar a un nivel más alto la
planificación financiera, al asegurar que las finanzas de los clientes están
enfocadas en ayudarlos a vivir la vida que quieren vivir.
Es tentador descartar esto como tonterías
sentimentalistas. Pero, yo pienso que la planificación de vida está intentando
llevar a cabo algo importante.
Muchas
personas tienen trabajos que detestan, o sienten que no tienen tiempo para su familia o
para los pasatiempos que los apasionan.
¿Qué hacer? Estas son tres preguntas para sonsacar lo que
la gente quiere de su vida.
Primera
pregunta: Imagínese que tiene suficiente dinero para satisfacer todas sus
necesidades, ahora y en el futuro. ¿Cambiaría su vida y, si es así, como la
cambiaría?
“Es la pregunta de qué haría si gana la lotería”. “A lo
que intentamos llegar es: ¿qué es lo que más le importa?”
Son cosas a las que les gustaría tener más tiempo, cosas
que quieren comprar y viajes que les gustaría realizar. “La gente que dice que
renunciaría a su trabajo es probablemente menos de 10%, pero la gente que dice
que trabajaría menos podría ser 40%”.
Segunda pregunta: Ahora, suponga que se encuentra en su
actual situación financiera. Su médico le dice que solo tiene entre cinco y 10
años de vida, pero que se sentirá bien hasta el fin. ¿Cambiaría su vida, y si sí, como la cambiaría?
Al reducir el enfoque a 10 años o menos, los clientes son
instados a considerar lo más importante. “Uno adquiere un mayor sentido de
misión”. “¿Qué va a lograr? Podría ser una orientación hacia la familia, los
viajes, o hacer algo creativo. Es aquí en donde la gente podría decir que
quiere escribir una autobiografía. Las virtudes salen: la gente dirá que quiere
ser más amable”.
Tercera
pregunta: Su doctor le dice que solo le queda un día de vida. Usted echa un
vistazo a su vida. ¿De qué se perdió? ¿Qué persona no llegó a ser? ¿Qué no
cumplió?
“El punto es reflexionar sobre la vida”. “Con la pregunta
final, uno llega a los cimientos, a lo que es absolutamente crucial. Algunas
veces se trata de algo creativo, como nunca llegue a tocar jazz en un club.
Algunas veces se trata de algo que los ha bloqueado por años, como nunca reparé
mi relación con mi hermana. No se trata de pagar la hipoteca. No se trata de
instalar la nueva cocina”.
A pesar de las estadísticas que indican que muchas
personas se encuentran insatisfechas, los clientes de planificación de vida
normalmente no le dan un giro radical a sus vidas. “Quizás 1% abandonan su
trabajo y se van a tocar la guitarra”, anota Kinder. “Pero, en promedio la
gente cambia la prioridad de 10 horas de su semana. Quizás el tiempo sale del
trabajo. Quizás salga del tiempo en frente de la televisión”.
Si
puede descubrir lo que le apasiona, eso puede proporcionarle una hoja de ruta
para la jubilación: y la motivación para ahorrar. Pero también considere
como puede encontrar tiempo adicional hoy para las cosas que le importan.
Quizás trabaje menos, se cambie a un trabajo menos exigente, les pague a otros
para que hagan los trabajos del hogar o acorte su viaje diario al trabajo.
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