El mundo aún no se acomoda al nuevo orden económico mundial, en el cual
China es la segunda economía del mundo. China pasará a ser gestora y fuente de
financiación de otros países emergentes.
A pesar de su poderío económico, China aún no encaja en esquema
tradicional del orden económico del mundo. A pesar de su crecimiento
acelerado en las últimas dos décadas occidente aún no le ha dado el papel que su peso en las finanzas
globales demanda.
El mes pasado, China hizo el lanzamiento del Banco Asiático de
Inversión en Infraestructura con el respaldo de Reino Unido, Alemania, Italia y
Francia así como otros 30 países que esperan dar solución a las necesidades de infraestructura
de Asia (AIIB) y que no tenían como ser financiadas.
Para Joseph Stiglitz, premio Nobel de
Economía en 2001, la
creación del Banco Asiático debería suponer un motivo de celebración mundial,
sin embargo aclara que ello no ha sido así y por el contrario, ha despertado la
ira de los Estados Unidos al punto de criticar a su principal aliado, el
Reino Unido, de ser un “acomodado constante”. La principal economía del mundo
ha ejercido presión sobre los demás países para mantenerse al margen de la
iniciativa china reseña Stiglitz en su opiniones consignadas en Project
Syndicate.
Añade que este acto parece una muestra más de la inseguridad
estadounidense sobre su relevancia a nivel mundial y busca ahora socavar la que
podría ser una interesante opción para el fortalecimiento de las economías
emergentes en Asia.
En los últimos años, Rusia y China han
unido sus esfuerzos para mantener a Estados Unidos fuera de Asia Central, y
hanrealizadoo esfuerzos por incursionar en regiones como Oriente Medio y
África, donde los Estados
Unidos o el poder occidental, no es tan fuerte como lo es en Europa y la región
Asia- Pacífico.
El orden económico que hemos tenido durante las últimas décadas ha
estado regulado por entidades como las Naciones Unidas, los tratados
multilaterales de seguridad, la OTAN y la Unión Europea.
Todas estas entidades a la sombra del poder de occidente, en concreto de los
Estados Unidos. Por lo que lleva a pensar si el surgimiento de un nuevo
jugador, tan relevante como lo es China, forzará un reacomodamiento de las fuerzas, más aún si se
tiene en cuenta que Europa aún no resuelve la totalidad de su problemas.
Para Javier Solana, Alto Representante de
la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, es una buena
noticia que China adopte un enfoque más multilateral y un mayor compromiso con el proceso de
globalización y advierte que sería conveniente que, durante los próximos meses,
se consiguiera alinear los intereses de la Unión Europea, Estados Unidos y China de cara a la presidencia
del G20 que ostentará China en 2016.
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