Como
consecuencia de los procesos de globalización, la tecnificación de las
economías en desarrollo podrían atentar en la dinámica de la mano de obra.
Desde hace más de una década cuando Colombia decidió
incursionar en los diferentes procesos de globalización a través de acuerdos
comerciales con varios países del mundo, algunos analistas señalaron los riesgos que laboralmente
esto traería para diferentes sectores productivos del país como consecuencia de
la tecnificación en la que tendrían que subirse para poder responder a los
retos de las economías más desarrolladas.
Sin embargo, este fenómeno estaría empezando a acentuarse de manera
contundente en Estados Unidos durante las siguientes dos décadas, en donde el
47% de su fuerza laboral podría ser remplazada por máquinas y tecnología que
garanticen una mayor producción a menores costos.
El informe presentado por el Centro de Pensamiento
Económico señala que, si bien, los empleos en las áreas de transporte, logística, asistentes
administrativos y aquellos ligados a la producción son los que más
riesgo enfrentan, aquellos en el sector de servicios también podrían estar
amenazados, dado que los procesos de aprendizaje automático (machine learning) y el desarrollo de la ‘robótica
móvil’ implican que las máquinas podrán generar destrezas para
reemplazar los empleos.
Como
consecuencia de lo anterior, los riesgos sobre la formulación de empleos
formales y temporales en esta región del mundo se verían afectados por la
implementación de estos métodos.
¿Y en Colombia qué pasa?
Sin embargo, si los estadistas consideran que este fenómeno empezará a
sentirse en Norteamérica, en Colombia la situación ya es un hecho, según
las palabras del presidente de la Cámara de Servicios Petroleros de Colombia, quien destacó que la disminución
en programas de exploración y explotación de hidrocarburos ha obligado a
muchas empresas del sector a pensar en la tecnificación de sus procesos,
prescindiendo de la mano de obra de varios empleados.
Aproximadamente
el 35% de la inversión extranjera que recibió Colombia en 2014, se hizo para el
sector petrolero-minero. Pese a lo anterior, con la Reforma Tributaria y
la devaluación, y las menores inversiones en exploración, las posibilidades de
renovar equipos e invertir en nuevas tecnologías se mermaron para comienzos de
2015.
El Gobierno no comprende la diferencia entre Dinamarca y
Cundinamarca
A su turno el presidente de la Central General de
Trabajadores (CGT), señaló
que se viene gestionando de la mano del Servicio Nacional de Aprendizaje
(SENA), un programa de readaptación laboral para permitir que la fuerza laboral
que se vería afectada por estos procesos, tenga la oportunidad
direccionar sus talentos hacia el dominio de estas nuevas herramientas.
Esperamos
que con la gestión de la ministra de Educación
logremos configurar con éxito verdaderos procesos de capacitación
profesional, nuevas tecnologías e invertir más en ciencia, investigación
e innovación.
LA REVOLUCION TECNOLOGICA YA EMPEZÓ EN EL MUNDO
Hasta
hace pocos años pertenecía al cine y a la ciencia ficción la posibilidad de que
un robot o una máquina fuera capaz de asesorar de manera ágil, oportuna y
asertiva a un inversionista que tenía la firme intención de hacer más rentable
su dinero.
Recientemente el mundo conoció a un robot capaz de analizar, procesar y sugerir
estrategias transaccionales más rentables y ágiles que las que consigue
un trader profesional experto en mercado, explicaron los creadores de la
novedosa herramienta.
Según escribió el CEO de la firma Wealthfront, el robot genera más de US$1,7
billones a partir de los ingresos netos por intereses, casi tres veces
los resultados entregados por un trader profesional.
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