Irán,
Estados Unidos y sus aliados avanzan con sus negociaciones sobre un acuerdo
nuclear que cambiaría muchas cosas, tal vez ninguna tan rápido como el precio
del petróleo.
En
los últimos años, las exportaciones iraníes han sido sustancialmente
restringidas por las sanciones de Occidente dirigidas a presionar a Teherán a
que abandone sus ambiciones nucleares.
Un acuerdo que alivie esas sanciones podría traducirse en
el ingreso de medio millón de barriles o más de crudo iraní a un mercado
mundial que ya tiene un exceso de oferta, estiman analistas.
Estos no llegarían de inmediato al mercado, pero en
momentos en que los precios globales del crudo ya están bajo presión, un
acuerdo podría bajarlos aún más. Algunos corredores incluso mencionaron la
reanudación de las conversaciones entre representantes iraníes y
estadounidenses como una nueva excusa para apostar a la baja del petróleo
“Lo
que suceda con Irán es importante debido al impacto directo sobre el suministro
petrolero”,
Las potencias occidentales pusieron un límite a las
exportaciones de Irán hace relativamente poco tiempo, como parte de un amplio
conjunto de sanciones económicas que han estado vigentes durante décadas y que
buscan llevar a Teherán a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear. Washington y sus aliados dicen
que Irán intenta producir armas nucleares, mientras que Teherán sostiene que
tiene fines pacíficos.
Pese a que el resultado de las negociaciones es incierto,
lo que queda claro es que Irán casi con seguridad aumentará rápidamente sus
exportaciones de petróleo si un acuerdo lo permitiera. Irán ya ha sondeado a compradores asiáticos sobre
su disposición a recibir suministros adicionales si se levantaran las
sanciones, según dos funcionarios petroleros iraníes.
“Les dijimos a nuestros clientes asiáticos que estamos
listos para proveer más cuando se levanten las sanciones”, dijo uno de ellos.
Algo que está menos claro es cuánto crudo podrá producir
Irán de forma sostenible, después de años de sanciones y mala gestión. Irán podría exportar hasta
800.000 barriles extra al día dentro de un año “si tuviera un mercado adonde
llevar su crudo”, asevera director de consultoría de Manaar Energy, con
sede en Dubai.
La
industria petrolera iraní, una de las más antiguas del mundo, se ha visto
plagada por problemas.
La República Islámica nunca se ha acercado a los casi 6
millones de barriles al día que Irán producía antes de la revolución de 1979.
El sector se ha visto particularmente golpeado en la última década por una
fuerte combinación que llevó al retiro de las petroleras multinacionales del
país: una intensificación de las sanciones internacionales y una mala gestión
de la industria energética, según analistas y funcionarios.
Las
sanciones directas sobre las compras internacionales de crudo iraní, impuestas
en 2012, han reducido las exportaciones a la mitad, a entre 1 millón y 1,2
millones de barriles al día durante el último año. Eso ha obligado a Irán a
suspender la producción en algunos yacimientos y limitarla drásticamente en
otros.
Reactivar mucha producción de forma súbita puede ser
complicado, y demandar tiempo— incluso si los pozos y yacimientos están bien
mantenidos. Podría ser aún más difícil en campos iraníes complejos que han
estado bombeando crudo durante décadas.
Los yacimientos activos de Irán están entre los más
viejos del mundo y necesitan mantenimiento y nuevas tecnologías para frenar una
rápida caída de su productividad. En tanto, la salida de algunas empresas
extranjeras y la pérdida de ingresos debido a las sanciones financieras sobre
el país, así como la mala administración, han impedido el desarrollo de nuevos
campos con abundante crudo.
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