Un estudio preliminar de las Naciones Unidas estimaba una inversión
anual de entre US$70 mil millones y US$100 mil millones hasta 2050 para que el
mundo pudiese afrontar los efectos del cambio climatico.
Sin embargo... los datos más recientes muestran que se viene invirtiendo a
razón de US$26 mil millones.
Entre 2012 y 2013 los fondos públicos para la adaptación se quedaron
cortos frente a la necesidad de adaptarse al cambio climático. Pero el
panorama es más grave aún. Un reciente informe del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente, aumentó las estimaciones de inversión requerida
a entre US$250 mil millones y US$500 mil millones.
Se puede atraer financiamiento del sector
privado como parte de la solución, pero a diferencia del financiamiento por
acciones de mitigación ha
sido más difícil incentivar inversiones directas del sector privado en
adaptación, ya que existe la percepción que es un servicio público con limitadas oportunidades
de ganancia.
Andrea Sabelli, Coordinadora del Programa
de Responsabilidad Ambiental y Social Corporativa del BID señala que “una forma en que el sector
privado puede empezar a apoyar las actividades de adaptación es a través de sus
programas de sostenibilidad corporativa, que a menudo incluyen la compensación de carbono
como una manera de cumplir sus compromisos de neutralidad de carbono. En 2013
el mercado voluntario de carbono generó US$379 millones a través de
comparadores que están tomando la decisión de compensar sus emisiones de
carbono”.
El precio por tonelada de CO2 varía entre los US$2 y US$10. Según Sabelli los compradores que solamente tiene interés de lograr
sus compromisos de ser carbón neutral podrían elegir los proyectos más baratos,
mientras que los
interesados en combatir el cambio climático podrían estar interesados en
proyectos que ofrecen beneficios para el clima y altos beneficios para las
comunidades y el medioambiente, y que puede mejorar su resistencia al cambio
climático.
De acuerdo con el informe de Naciones
Unidas para mantener el
incremento de la temperatura mundial dentro del límite de los 2 ºC y, de
ese modo, evitar las consecuencias más graves del cambio climático, se deben
neutralizar las emisiones mundiales de carbono.
No obstante, de mantenerse la situación
actual, las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales podrían alcanzar
las 87 gigatoneladas de dióxido de carbono (Gt CO2) antes de 2050. Las emisiones superarían
ampliamente los límites seguros y harían más necesarias las inversiones para
afrontar las consecuencias del rápido calentamiento del planeta.
El informe de la ONU analiza los ingresos
adicionales que se podrían obtener entre 2015 y 2050 de una serie de fuentes,
tales como la subasta
internacional de derechos de emisión y la subasta de derechos en los regímenes
de comercio de derechos de emisión nacionales, un impuesto sobre el carbono, los ingresos del
transporte internacional, una comisión por las transferencias bancarias o un
impuesto sobre las transacciones financieras.
Las estimaciones indican que se podrían
recaudar entre 26.000 y 115.000 millones de dólares de aquí a 2020, y entre
70.000 y 220.000 millones antes de 2050, en función de lo ambiciosas que sean las medidas
adoptadas para mitigar el cambio climático.
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