El
mercado de divisas está cerrando 2014 con estruendo y 2015 podría sin lugar a
dudas traernos noticias históricas mientras seguimos despertando del mercado de
divisas -por lo general somnoliento- que ha caracterizado el periodo
posterior a la crisis financiera global de 2009 hasta mediados de 2014.
Desde mediados de este año, el movimiento ha ido
aumentando al protagonizar
el dólar su mayor rally en años, de la mano de la Fed, que ha completado su
"tapering" de compras de activos.
Por
lo demás, la volatilidad del mercado de divisas ha escalado tras la sorpresa
que nos deparó el Banco de Japón a finales de octubre al optar por duplicar el
que ya era el experimento de política monetaria más radical del mundo. Y
en el BCE, la mayoría tendente a la bajada de tipos sigue tratando desesperadamente de volver a poner
en marcha las máquinas de impresión de billetes tras saberse que el
balance del BCE se ha reducido en un tercio en los últimos dos años.
Por tanto, a medida que nos acercamos a 2015, vemos una falta
absoluta de sincronía entre los principales bancos centrales y economías del planeta a lo que se suma el desplome del precio del petróleo,
que ha supuesto para los mercados globales un cambio
drástico en materia geopolítica y económica. De cara a 2015, preveo
un escenario de base relativamente favorable para las divisas más importantes,
con una subida de tipos de la Fed algo por encima de lo que se espera y con un dólar fuerte gracias a
los buenos resultados estadounidenses.
Entretanto, parto de la base de que el yen bajará de
forma paulatina. En cuanto al BCE, supongo que el banco central finalmente
vencerá las objeciones alemanas y los obstáculos políticos y pondrá de nuevo en marcha las
máquinas de impresión de billetes en la reunión de enero o de marzo con
un programa de relajación cuantitativa que no deje lugar a dudas. No obstante,
al revisar las previsiones, mi gran preocupación es que sean demasiado idílicas
y fáciles. Sencillamente, es mucha la incertidumbre y son muchas las
direcciones que pueden adoptar la economía la política y los mercados en 2015,
más que cualquier otro año.
Que podría pasar en el 2015.
1. ¿Qué pasaría si el endurecimiento de política de la
Fed supone el descarrilamiento de los mercados de activos? El resultado: el
dólar se debilitaría drásticamente.
2. ¿Qué pasaría si el Presidente del Banco Central
Europeo (Draghi) saliese huyendo? El resultado: En primera instancia, el euro
subiría y después hablaríamos de una nueva crisis en la UE.
3. ¿Qué pasaría si China devalúa el yuan? Resultado: Una
oleada de deflación al resto del planeta. De ser así, estaríamos ante un nuevo
y peligroso capítulo de la guerra de divisas.
4. ¿Qué pasaría si Japón pierde el control en el
debilitamiento del yen? El resultado: esta situación obligaría al Banco de
Japón a cambiar de dirección de forma drástica para defender el valor de la
divisa. Conviene que tengamos en cuenta que todos los peores episodios de
volatilidad de la historia moderna han situado al yen japonés en su epicentro.
Según
esto el 2015 será una auténtica montaña rusa para las divisas y un año de mucha
volatilidad en los mercados.
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