Todos
parecen querer acabar con el dinero en efectivo. No pasa día en que no
aparezca un nuevo ejemplo de avance tecnológico que nos permita deshacernos del
cash.
El
uso de transferencias electrónicas en vez de billetes y monedas es visto como
un símbolo de modernidad, un rechazo a formas de intercambio que existen desde
épocas medievales.
Pero desde la otra orilla, surgen voces que alertan sobre los riesgos de abandonar
uno de los inventos más útiles y longevos de la humanidad: el efectivo.
Precisamente el hecho que subsista hasta nuestros días un
invento de la época antigua es la prueba de su versatilidad y conveniencia. El
escritor financiero británico Dominic Frisby es una de esas voces en favor del
efectivo.
Acabar con el efectivo para darle paso a mecanismos de
intermediación electrónica le
dará demasiado poder a los bancos, es una amenaza a la intimidad de la gente y
excluirá todavía más a los pobres de la actividad económica.
Los riesgos
Frisby es vehemente en denunciar lo que él ve como peligros de esta tendencia,
en particular, colocar aún más poder en el sector financiero para procesar
todas las transacciones que ya no se harían por medio de monedas y billetes.
"El
sector financiero es excluyente, mientras que con el dinero en efectivo,
cualquier persona puede participar en ello. El sector financiero tiene
reglas, que pueden excluir a ciertas personas".
Frisby ve un paralelo en el desarrollo de la telefonía
fija frente al de la telefonía celular.
"En 2008 había 1.300 millones de líneas de telefonía
fija en todo el mundo, para una población total de 7.000 millones. A todo el
mundo le gusta comunicarse. Por lo que uno pensaría que debería haber más de
una línea telefónica por cada seis personas. Pero en cambio llegaron los
teléfonos móviles y ahora hay 6.000 millones de líneas de teléfono
celular".
¿Por
qué triunfó el teléfono móvil sobre las líneas fijas?, se pregunta
Frisby.
"Una
de las razones es por la tecnología. Pero otra razón es que para obtener
una línea de teléfono fijo se requería una cuenta bancaria y acceso al crédito.
Y más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a bancos. Por lo que
la exclusión financiera impidió a muchos de ellos obtener una línea
teléfonica", asegura.
"En
el caso del teléfono móvil, se puede comprar el aparato y los minutos con
efectivo, no se necesita tener cuenta bancaria, y no excluye a la gente de la
misma manera. La consecuencia es que ahora hay 6.000 millones de personas con
teléfono móvil".
"Una
forma de intercambio es incluyente, la otra excluyente. Y un riesgo de
la sociedad sin efectivo es la exclusión de los muy pobres.
"Si eres un refugiado que acabas de llegar a Europa,
¿como vas a conseguir una cuenta bancaria? Y si no tienes cuenta bancaria, ¿qué vas a hacer?"
Tampoco
funcionan muy bien en casos de emergencias naturales. "Si no
funcionan las transferencias electrónicas luego de una inundación u otro
desastre, ¿como compras comida?".
Contra la intimidad
Frisby también ve un riesgo al derecho a las personas a su privacidad.
"En mi opinión, las finanzas ocupan un lugar
demasiado grande en nuestras economías. ¿Queremos que ahora controlen como intermediarios todos y
cada uno de los pagos que hagamos? Creo que es un error", advierte.
"Más aún, la manera en que gastas tu dinero dice más
sobre ti que cualquier otra cosa. Ahora, estas organizaciones, y probablemente
también los gobiernos, tendrían acceso a toda la información acerca de cómo
gastas tu dinero".
Frisby cree, no obstante, que actualmente hay otros avances tecnológicos que
pueden mitigar estos riesgos.
"Ahora
tenemos efectivo digital, como bitcoin y otras 300 a 400 modalidades de dinero
digital, sin intermediarios". Pero los que piensan distinto
sostienen que esa falta de intermediarios y de regulación podría prestarse en
algunos casos para actividades criminales.
La
misma razón por la que algunos estados quieren eliminar billetes en efectivo de
alta denominación que se usan también para lavado de dinero y otras
irregularidades.
A lo que Frisby responde que es cierto que en algunos casos el efectivo se
emplea para actos ilegales,
"al impedir que se use el efectivo, desde el punto de vista filosófico, se
está quitando una libertad, una opción".
Inevitable
Frisby reconoce que, en buena parte, el movimiento hacia el dinero electrónico
es inevitable por el avance tecnológico.
"Hace mucho usabamos conchas y dientes de ballena
como medio de intercambio. Las monedas acuñadas eran más efectivas, después el papel moneda y
eventualmente banca electrónica. Es la manera en que el mundo
evoluciona", dice el comentarista.
"En
algunos países veremos, en nuestras vidas, la desaparición total del efectivo".
"Yo mismo, uso cada vez menos el efectivo. Pero eso no quiere decir que
debamos erradicar del todo la opción", sentencia Frisby.
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