El
manejo de la comunicación es un reto para las empresas. Sobre todo cuando están
inmersas en tiempos de crisis, pues la información que se trasmite a los
empleados puede generar credibilidad o incertidumbre.
Crisis
es una expresión que ha sido utilizada por muchos personajes desde la
antigüedad con intenciones tan diversas como remarcar el impacto desfavorable
de una situación, dar mayor intensidad a un hecho, o augurar buenos
momentos, según lo referencian algunos estudios de etimología.
Hipócrates, griego considerado el padre de la medicina,
dijo: “Las impurezas que
quedan de las enfermedades después de la crisis pueden provocar recaídas”.
Ortega y Gasset, filósofo español, planteó: “Crisis es una categoría histórica
porque es una modalidad radical que toma la existencia humana”. Y Winston
Churchill, premio Nobel de Literatura y primer ministro de Gran Bretaña,
aseguró: “Toda crisis es
mitad un fracaso y mitad una oportunidad”.
Aunque en economía la crisis es el advenimiento de malos
momentos, la frase dicha por Churchill se ha convertido en una máxima del mundo
corporativo. Sin embargo, su aplicación en la cotidianidad empresarial genera
retos y preguntas. ¿Cómo
establecer la comunicación en tiempos de crisis?, ¿cómo combatir los chismes de
pasillo? y ¿cómo comunicar efectivamente lo que ocurre al interior de la
gerencia de la empresa?
Un momento de crisis es cuando
la comunicación es esencial en una organización; entendiéndola como una
situación que acontece de repente, que afecta la rutina laboral y que requiere
de respuestas rápidas, se considera que la comunicación es uno de los factores
de éxito para que dicha situación no sea mayor.
La
comunicación se debe definir mediante una estrategia que contenga varios
elementos. “Una planeación de la información a suministrar tanto interna
como externamente, los agentes encargados de esta labor y la frecuencia de la
misma si es necesario, así como el monitoreo de los efectos en el clima
organizacional”.
Sobre
los chismes de pasillo, se considera que es una conducta común a las empresas
en cualquier lugar del mundo y que no está relacionada con la crisis.
“Para
combatirlos, es necesario que toda decisión que se vaya a tomar permee a toda
la organización. Es decir, si yo soy el presidente de la empresa o el
gerente de una área muy grande y tomo una decisión, pero no le cuento a toda la
organización, comienza a generarse un teléfono roto. Y lo peor es que es exponencial, porque cada uno
le coloca su percepción”.
Cerca
de 40% de las empresas que conservan todavía un sistema de gerencia
tradicional, en el que prevalece el mando y el control, los chismes no van a
cesar, “porque usted toma decisiones sin consultar y sin comunicar.
Porque usted es un gerente feudal y no le importa lo que opinen los empleados”.
Finalmente, para lograr una comunicación efectiva de lo
que ocurre en la gerencia se aconseja: “El objetivo debe ser claro para la audiencia que la
recibe”. Por su parte, el profesor de la EAN, cree que el camino a seguir es replicar
la información más estratégica; es decir, aquella que no representa mayor
riesgo para la competencia (en caso de que un empleado llegue a esta) y,
además, ser transparente.
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