Lo
dice el director de WWF
De
acuerdo al informe de planeta vivo 2016 del Fondo Mundial de la Naturaleza
(WWF), la población de animales (según una muestra de 14.000 especies) ha
disminuido un 58% por la degradación de su hábitat causada por los seres
humanos.
La agricultura, la tala de árboles, el desarrollo
comercial y la producción energética y minera son solo algunas de las prácticas
humanas que han contribuido a que en los últimos 40 años la biodiversidad del mundo se vea amenazada.
En general, las amenazas contra las especies tienen una
relación directa con las actividades
humanas empezando por la producción de alimentos; dada la necesidad de
satisfacer a la creciente población existe una sobreexplotación de vida
silvestre.
Por
ejemplo, la agricultura ocupa un tercio del área terrestre del planeta y
utiliza el 70% del agua potable del mundo.
El director ejecutivo del centro de resiliencia de
Estocolmo, Johan Rockström, indicó en el mismo estudio que “ya no se puede confiar en la
estabilidad planetaria” que permitió el surgimiento de la civilización y que
esta es una “conclusión dura” para todos.
Además, el director general de WWF Internacional, Marco
Lambertini, explicó que la
humanidad depende por entero de la naturaleza, y que el mundo está sufriendo el
impacto de un “planeta enfermo” desde su estabilidad social, económica y
climática, hasta la seguridad energética, hídrica y alimentaria.
Por otro lado, parte del informe reveló que la humanidad está empleando los
recursos de 1,6 planetas para obtener todos los bienes y servicios que se
consumen cada año. Los patrones de consumo de países desarrollados “generan
demandas desproporcionadas de recursos renovables” y esta tendencia seguirá
aumentando conforme crezca la población y las actividades económicas,
indicó el informe.
Es importante recalcar que el informe planeta vivo alerta
sobre la peligrosa “medición del bienestar mediante el PIB, la búsqueda de crecimiento
económico en un planeta finito” y negocios que buscan obtener ganancias
a corto plazo.
Actualmente, los océanos se han acidificado y biomas enteros han
desaparecido, de esta manera la tierra se está volviendo menos hospitalaria
y el informe especifíca que esta era se puede calificar como “el sexto evento
de extensión masiva”.
En
cuanto a Colombia, el Banco Mundial explicó que es uno de los países que está
desarrollando cuentas del capital natural que mida el estado de los bienes
naturales a través del tiempo, al igual que Costa Rica, Madagascar, Filipinas,
entre otros.
El vocero de WWF, Luis Germán Naranjo, habló con Dinero y
explicó que el país está trabajando en un informe más específico sobre la
situación actual de Colombia, de esta manera buscan informar a públicos y privados que está ocurriendo
en cuanto a sostenibilidad en el país y de qué manera pueden contribuir.
Asimismo, la especialista en política de agroindustria de
la WWF, Camila Camaert, puntualizó que existe una política nacional de
biodiversidad y servicios ecosistémicos que es la política que creo que
Ministerio del Medio Ambiente junto con el Instituto Humboldt. Sin embargo, la implementación
de la política es un tema "bastante complejo" porque existen muchas
líneas estratégicas para los consumidores y para el sector privado.
También aclaró que el informe está hecho con una idea de
"Estado - presión - respuesta" y se busca que culminen en Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
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