La estrategia de la OPEP para mantener
su cuota de mercado en la producción y comercialización de petróleo está
rindiendo sus frutos, pero a un costo mucho más alto que el esperado, especialmente
por su líder, Arabia Saudita.
Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a
conocer su preocupación por el nivel de gasto de los países del golfo, entre ellos Arabia Saudita, pues el 80% de los
ingresos del Estado provienen de la comercialización del petróleo, y los
precios se derrumbaron casi en un 50% en el último año.
Sin embargo, más allá de una reducción en los ingresos de los
países miembros de la OPEP por el desplome de los precios del crudo, liderada
por Arabia Saudita, la estrategia de mantener su cuota de mercado de estos
países está rindiendo fruto pero
a un costo mucho más alto que el esperado.
La OPEP abandonó su
estrategia tradicional de reducir la producción para evitar un exceso de oferta
en el mercado internacional de petróleo a partir de noviembre del año pasado como una
reacción frente al boom en la producción petrolera de Estados Unidos, que suponía un peligro para la
participación de los países miembros de la OPEP en los mercados mundiales.
Más bien, frente a un exceso de oferta de crudo, la estrategia
saudí ha sido mantener una
alta producción que ha permitido el derrumbe de los precios del crudo
con la expectativa de que los productores que tienen costos de producción por
barril 6 o 7 veces más altos que los de ellos “sobre todo en Estados Unidos,
sean conducidos a la quiebra”.
Bloomberg asegura
que “mientras se desplomaron los precios del crudo conduciendo a recortes
históricos de perforación que evidentemente han lastimado la industria
petrolera de Estados Unidos, los miembros de la OPEP también han
pagado un alto precio”.
“El
plan de Arabia Saudita para mantener la cuota del mercado mundial, no tuvo el
efecto esperado en el tiempo esperado, pues de hecho el presupuesto nacional
de Arabia Saudita de 2015, se basó en el supuesto de un precio del petróleo de
alrededor de US$90 por barril”.
El resultado de los bajos
ingresos recibidos del petróleo, y el creciente gasto del Gobierno, han
llevado a un déficit presupuestario cercano al 20% de
alrededor de US$100.000 millones, obligando a los Saudíes a recurrir a sus
amplias reservas internacionales a un ritmo acelerando de alrededor de US$12.000 millones al
mes, y acelerando la venta de bonos en el mercado internacional.
Sin embargo, pese a los
costos que ha incurrido el líder de la OPEP, Arabia Saudita y otros países
pertenecientes a la organización, la estrategia ha comenzado a rendir fruto pues de
acuerdo con Bloomberg, después de un año de sufrir las consecuencias económicas
de la caída del precio del petróleo, la OPEP está finalmente “a punto de estrangular el
crecimiento de la producción de crudo en Estados Unidos”.
La producción de Estados Unidos está casi de vuelta hasta los niveles de bombeo
registrados en noviembre de 2014, cuando la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP) cambió su estrategia para centrarse en recuperar cuota de
mercado, y que aun sostiene, pues en la última reunión de los líderes de la
OPEP llevada a cabo en Viena, Austria, no se tocó el tema de reducir la
producción.
Ha sido un infierno de mucho tiempo y que continuará tomando más tiempo, pues la producción de petróleo de Estados Unidos ha sido más resistente de lo que la gente pensaba incluyendo Arabia Saudita. Wittner concluyó que "el resultado final es que el reequilibrio ha comenzado”.
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