La
industria de acero de China más grande del mundo, sin embargo, no es ajena a la
desaceleración del país asiático y las señales de crisis salen a la luz.
La industria siderúrgica de China, la más grande del
mundo está en crisis, de acuerdo al portal en línea Business Insider. El desastre es el resultado de
una combinación de factores, incluyendo la desaceleración de la economía china,
la caída de precios de las materias primas, y un sector cargado de deudas.
A principios de este mes, la empresa de propiedad estatal
(SOE) Sinosteel incumplió un pago de intereses de deuda por US$315 millones en
bonos con vencimiento en 2017.
De acuerdo con el portal en línea de negocios, Business
Insider lo anterior “es
una señal de que, a pesar de los esfuerzos de China en la flexibilización de la
política fiscal y su compromiso de reformar las empresas estatales que son como
‘zombies’ en la actualidad, lo peor puede estar llegando más rápido de lo
esperado”.
Recientes estudios de economistas asociados a Goldman
Sachs, aseguraron que el crecimiento de la economía de China, se está
trasladando hacia el consumo interno más allá de la inversión y las
exportaciones. Sin embargo, de acuerdo con Business Insider, la difícil transición del
gigante asiático hace pensar en: dos tipos de China: “La antigua y la nueva”.
Para el portal en línea, lo que será la nueva China
incluye un auge del sector de los servicios, como el de tecnología, el comercio
minorista y sector financiero. Mientras que la antigua China se constituía por el auge de sectores
económicos industriales tales como el inmobiliario y el de la construcción, la
industria manufacturera y las exportaciones.
Es importante señalar que la antigua China, que incluye
un montón de empresas de propiedad estatal, tienen una carga de deuda más
pesada de lo que podría soportar. Esto ha hecho las empresas menos rentables, pues destinan
grandes sumas de dinero hacia los pagos de esa deuda.
Por lo anterior, mientras se gesta la nueva China
focalizada en otros sectores económicos, la antigua China se comienza a desvanecer lentamente.
Pese a que es un cambio lento de transición observado en países que se alejan
de la trampa de ingresos medios, al parecer, la transformación de la industria,
está ocurriendo más pronto
de lo esperado, por lo menos, por el Gobierno chino.
Bloomberg citó al jefe adjunto de la Asociación del
Hierro y Acero de China (CISA) Zhu Jimin,
quién afirma que “el colapso de la demanda está poniendo toda la
industria en riesgo”.
Los
precios promedio del acero alcanzaron un mínimo histórico en julio. La CISA,
aseguró que durante el mes pasado la demanda se contrajo en un 8,9% con
respecto al mismo periodo del año pasado.
En
consecuencia, las fábricas pequeñas y medianas han registrado pérdidas de
alrededor de US$4,400 millones durante los primeros nueve meses del año.
De acuerdo con Jimin, la contracción de la caída de la
demanda ocurrió mucho más rápido que los recortes en la producción, por lo que
el exceso de oferta está empeorando”.
Además, el funcionario agregó que “no han sido suficientes las reducciones de las
tasas de interés recientes del Gobierno chino pues los fabricantes de acero
aseguran que de hecho los costos de financiación han crecido”.
Jimin aseguró que “la financiación es un gran problema
para las fábricas de acero en China pues los bancos restringieron estrictamente
el crédito a este sector”. Muchas fábricas tuvieron dificultades para extender
el crédito o los intereses de los créditos fueron más altos.
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