Recortará el 15% de la plantilla y se plantea cerrar
fábricas
Nestlé,
la mayor compañía de alimentos y bebidas del mundo, va a iniciar una retirada
de África. Según ha anunciado, recortará su plantilla en un 15% en un total de
21 países del continente africano, alegando que ha equivocado su apuesta con
respecto al avance de la clase media.
Esta reducción de puestos de trabajo se suma a las
medidas que la multinacional ya había tomado hasta la fecha. En concreto, ha cerrado de forma definitiva
sus oficinas en Ruanda y Uganda, además de haber puesto en marcha una revisión de los productos
que comercializa en la región y que dejará en la mitad. Asimismo, se
plantea la clausura, de aquí a septiembre, de algunas de sus 15 fábricas y
plantas.
"Pensamos
que esto [África] sería la próxima Asia, pero nos hemos dado cuenta de que la
clase media aquí es extremadamente pequeña y que realmente no está
creciendo", afirma Cornel Krummenacher, consejero delegado de
Nestle para la región de África ecuatorial, en declaraciones al diario
británico Financial Times.
Según explica Krummenacher, los ingresos no han logrado
cumplir en ningún ejercicio las previsiones de crecimiento que se marcaron en
2008, cuando Nestlé
decidió aumentar su inversión en África. En la última década, la compañía ha inyectado unos
1.000 millones de dólares en la región, con el objetivo de de duplicar
su negocio cada tres años.
Pero la realidad es distinta. "No tenemos dinero suficiente para pagar las
facturas cada mes. Con estos recortes esperamos poder alcanzar el break even el
año que viene", indica al FT el directivo, quien reconoce que en
los últimos tiempos han podido cubrir las nóminas y demás gastos a través de
solicitar créditos a bancos locales y de las inyecciones que pedían a su
matriz.
Una decisión, la de la retirada, que pone de manifiesto
las dificultades que se encuentran las compañías extranjeras, incluso un gigante global como
Nestlé, para expandirse en los mercados africanos, que están dominados
por empresas familiares locales y donde predomina la venta de productos baratos
adaptados a las necesidades de países específicos. Y es que la multinacional de
sede suiza no es el único
gigante global que se ha visto afectado por unas expectativas demasiado altas
sobre el papel y unas condiciones demasiado duras sobre el terreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios aqui: