En
los últimos meses el precio del petróleo ha bajado casi a la mitad.
La
crisis rusa no solo ha tenido a mal traer a los mercados financieros.
Expertos coinciden en que toca directamente a América Latina.
En los últimos seis meses la región buscó aprovechar al
máximo la tensión diplomática entre Estados Unidos, la Unión Europea y el
gobierno de Vladimir Putin en torno a Ucrania para aumentar sus exportaciones a
Moscú.
Vladimir Davydov, director del Instituto de Estudios
Latinoamericanos en Moscú, señaló
que los actuales problemas económicos podrían afectar esta creciente presencia
regional.
En los últimos meses se ha visto un fuerte aumento de productos
latinoamericanos en los supermercados de Moscú y otras ciudades:
verdura, queso y productos lácteos, fruta, carne bovina y porcina. Esta dinámica comercial se puede
ver afectada por los problemas económicos que está enfrentando Rusia.
En
los últimos meses el rublo cayó más de un 30% y el precio del petróleo
-que junto al gas, forma la mitad de los ingresos presupuestarios de Rusia- bajó a casi la mitad.
El impacto de estos dos fenómenos cambia radicalmente el
panorama para América Latina.
Putin reconoció por televisión que hay una crisis que "en el
peor de los casos podría durar dos años".
"La región veía a Rusia como el nuevo El Dorado. Ahora las perspectivas son
menores porque con la devaluación del rublo se han encarecido mucho las
importaciones, los servicios financieros, el seguro y el transporte. Si
a esto se le suma que Rusia no tiene como sustituír la caída de ingresos por la
disminución del precio del petróleo, se ve que ese panorama promisorio ha
cambiado".
La
crisis en torno a Crimea y Ucrania fue el disparador de esta suerte de guerra fría
del siglo XXI entre Rusia Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
En represalia por las sanciones de Occidente, el gobierno de Vladimir Putin
prohibió en agosto la importación de carne, lácteos, frutas, verduras y pescado
de Europa o Estados Unidos, importaciones que rondaban la friolera de
$US18mil millones.
Esta
prohibición era una invitación a América Latina por su ventaja competitiva en
todos esos productos.
En la feria mundial de alimentos en Rusia en septiembre había fuertes representaciones
de Brasil, México y Colombia. Argentina envió más de 140 empresas.
Vladimir Davydov se mostró optimista respecto al futuro
de esta nueva relación.
"La
actual crisis económica rusa es coyuntural. El precio del petróleo sube
y baja. Y las medidas que adoptó el gobierno están empezando a dar
resultados"
La reformulación tiene ya varios años y responde a una
visión más firme de Rusia en su política internacional. Un ejemplo es en el
campo militar. Se sabe de
la venta rusa de armamento a Venezuela, pero Argentina, que nunca se había
abastecido militarmente con Rusia, empezó a hacerlo con la compra de
helicópteros. Lo mismo ha hecho Brasil que tiene una fluida relación a
través del BRICS y que mira siempre a la incorporación de tecnología, un tema
en el que los rusos son más flexibles que los europeos o estadounidenses.
La
crisis en Ucrania profundizó este giro de la diplomacia rusa.
Argentina, que nunca se había abastecido militarmente con
Rusia, empezó a hacerlo con la compra de helicópteros.
En
la gira latinoamericana que hizo Putin en julio retomó viejas amistades de la
guerra fría del siglo XX como Cuba y Nicaragua e intensificó su relación con
Argentina y Brasil.
Los obstáculos a este viraje estratégico ruso no
provienen únicamente de los recientes problemas económicos.
"Están las regulaciones sanitarias y fito sanitarias
que rigen para las importaciones de alimentos. El gobierno ruso está avanzando
en una nueva nomenclatura al respecto, pero esto lleva tiempo",
Brasil
fue uno de los primeros beneficiados con una desregulación que favoreció sus
exportaciones de pollo, pero todavía queda mucho por andar.
"Históricamente el comercio funcionó con intermediarios o traders
europeos. Ahora que los europeos han salido de la ecuación, se necesita construir una
vinculación directa y eso no se hace de la noche a la mañana. En teoría
debería ser un buen negocio para la región porque si antes le vendías al trader
a 5 y este le vendía a 7 al ruso, ahora el ruso te ofrece 7, pero con problemas
linguísticos y culturales de por medio, es difícil vencer la desconfianza entre vendedor y
comprador. Es algo que llevará tiempo reconstruir".
Si América Latina tiene una ventaja competitiva
internacional agroalimentaria, eso no quiere decir que no tenga competencia.
Los cítricos uruguayos sufren la competencia de Sudáfrica
que puede ganarle por un lado cada vez más importante en el actual mercado
ruso: el precio.
Las
uvas de Uzbekistán están sustituyendo a las italianas y las hortalizas pueden
ser de origen chino.
Para
algunos analistas, la actual crisis económica rusa es coyuntural.
Este fuerte reacomodamiento del mercado interno
continuará en 2015 porque, como admitió en diciembre el ministro de finanzas
ruso Anton Siluanov, el
Producto Interno Bruto (PIB) podría contraerse en un cuatro por ciento en los
próximos 12 meses.
En este marco de vacas flacas, algunos factores serán
clave.
"La
necesidad de importación rusa continuará existiendo. En los próximos
meses productos como quesos duros o carne van a escasear.
Al
mismo tiempo, está la crisis económica por la caída del petróleo.
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