Walmart comenzó su operación en China a
fines de los 90 con fuegos artificiales.
El gigante de los supermercados Walmart es número uno en el máximo
mercado del planeta, Estados Unidos, y tiene sucursales en 26 países con más de
800.000 empleados y 6.000 tiendas, pero su operación está afrontando
dificultades en China.
Tras 18 años en el país, la empresa
reconoció este año que China
era uno de los mercados con peor desempeño.
El despido de unos 250 empleados y unos 30
ejecutivos para reestructurar la dirección no parecen haber arreglado las
cosas.
Una investigación publicada en diciembre
por la agencia de noticias económicas Bloomberg reveló lo que describe como
cuestionables prácticas contables en que la compañía habría incurrido en años
recientes para cumplir con las metas de venta.
Según John Ross, economista senior del
Instituto Chongyang de la Universidad Renmin de Pekín, el problema de Walmart es el de muchos minoristas
occidentales que operan en el país.
"Están usando el mismo modelo de su país de origen sin darse
cuenta que tienen que adaptarlo.
Asumen que China es un país con una gigantesca clase media que pronto va a ser igual que en sus países y no se dan cuenta de las características propias
del mercado chino".
Dos ejemplos
En 2011 dos exitosas firmas estadounidenses
– Home Depot and Best Buy – cerraron
sus operaciones en China a seis años de abrir sus puertas con un fracaso que
sorprendió a muchos analistas occidentales.
Home Depot es la compañía más importante de
Estados Unidos para el mejoramiento del hogar, bricolaje y materiales de
construcción.
Walmart explicó su apuesta por China con la palabra que abría y cerraba
cualquier discusión económica de los 90: "globalización".
Con el boom inmobiliario chino de este
siglo y las características del mercado local – la mayoría de las propiedades en China se venden
absolutamente vacías, es decir, sin enchufes, cables, ventanas, puertas, etc
– parecía una aventura comercial con un éxito asegurado.
Por su parte, Best Buy, especializado en
productos electrónicos, había apostado a la nueva franja de consumidores
medios-altos chinos, pero seis años más tarde solo dominaba un 1% del mercado.
"Es que la estructura de costos en China es totalmente diferente a
la occidental. El DIY, es decir, Do It Yourself, hacer uno mismo ciertas cosas
básicas de un hogar, no sirve porque todo se puede hacer por muy poco dinero
con trabajadores locales.
Otro rasgo son los grandes locales en las
afueras con grandes playas de estacionamiento. Esto en China no sirve porque mucha gente no tiene coche
o no puede llegar al lugar".
En el caso específico de Walmart su
operación en China comenzó a fines de los 90 con fuegos artificiales.
En una década caracterizada por la euforia
pos-muro de Berlín el mensaje de la empresa era optimista y visionario.
La cadena explicaba su apuesta por China,
el gran mercado del futuro, con la palabra que abría y cerraba cualquier
discusión económica de la época: "globalización".
Walmart no es la única compañía
estadounidense que ha tenido problemas para penetrar en el mercado chino.
Este 2014 ha quedado claro que la distancia
entre retórica y realidad es gigantesca.
A principios de año, en un país cada vez
más obsesionado por la calidad alimentaria, la empresa tuvo un bochornoso
escándalo en el que uno de los productos que vendía, la carne de burro Five Spice, mostró rastros de
carne de zorro.
En el trimestre que finalizó en octubre
reportó una caída de las ventas del 0,8% que atribuyó a las medidas de
austeridad del gobierno y la "deflación".
Los problemas de Walmart no se limitan a la caída de ventas.
Según la investigación de Bloomberg, el funcionamiento interno de la
empresa enfrenta irregularidades.
Mientras no cambien el modelo de negocios y entiendan lo que pasa en
China, tendrán problemas.
"Estas prácticas que incluyen ventas
al por mayor y operaciones fantasma hicieron que la situación de la empresa
pareciera más fuerte de lo que era incluso cuando las ventas disminuían y el
inventorio de productos no vendidos aumentaba".
La compañía toma seriamente este tipo de
denuncias.
"Cuando nos enteramos de algún
problema, incluyendo alegaciones sobre integridad financiera, actuamos
rápidamente para investigar y remediar el asunto. En 2011 Walmart China reconoció
discrepancias en el precio de los inventarios y luego de una nueva
investigación se tomaron una serie de medidas preventivas, cambios en el liderazgo
y acciones disciplinarias", indicó a BBC mundo.
De acuerdo a Bloomberg, la compañía está siendo investigada por el
Departamento de Justicia estadounidense y la Securities and Exchange Commission
(SEC), órgano regulador del mercado financiero de ese país, por posibles
violaciones de la ley contra prácticas corruptas en el extranjero.
En cuanto al futuro en China las señales
son contradictorias.
A principios de diciembre, la compañía
señaló que eliminará unos 30 tiendas de las alrededor de 400 que tiene en el
país, pero que al mismo tiempo se crearán unos 6.000 nuevos puestos con la
apertura de 31 tiendas y centros de distribución.
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