Tras
las celebraciones y festejos del Año Nuevo, los venezolanos volvieron una vez
más a la realidad de verse forzados a hacer filas durante horas para entrar a
automercados en muchos casos en un frustrado intento de comprar los escasos
productos básicos existentes.
Las
carencias diarias comienzan a irritar a aquellas personas que se ven obligadas
a invertir buena parte de su tiempo en hacer las filas para adquirir desde pañales
desechables o baterías para sus automóviles.
"Esto es humillante y lo peor del caso es que cuando
logras entrar no consigues ni la mitad de la lista. No hay azúcar, no hay
leche, no hay pollo, no hay aceite, sólo conseguí arroz y una cajita de mantequilla",
dijo Beatriz Jaimes, un ama de casa de 28 años, que junto a su bebe de un año,
esperó tres horas en una fila para poder entrar el jueves a un automercado del
este de Caracas.
Jaimes como muchas otras personas en la fila había venía
de visitar varias tiendas en días de búsqueda.
Mientras Gonzalo Herrera, un obrero de 37 años, comentó
que "tuve la suerte que todavía quedaba un paquete de pañales", luego
de dos horas de fila en una farmacia, donde no encontró los medicamentos que buscaba para su
madre hipertensa, según explicó.
Desde 2006 los venezolanos vienen enfrentando problemas
de desabastecimiento, pero
en el último año la escasez se ha agudizado debido a que el gobierno redujo la
venta de divisas oficiales, lo que le ha impedido a muchas empresas
comprar en el exterior materias primas, repuestos y equipos, afectando sus
actividades de producción.
En enero debido al cierre por vacaciones de muchas
empresas redujeron drásticamente los despachos de productos. La escasez es evidente en la
mayoría de los comercios de Caracas donde abundan anaqueles vacíos o con oferta
de unos pocos rubros.
Críticos del gobierno sostienen que la política de control de
precios a productos de primera necesidad, trámites engorrosos para
transportar o almacenar los productos, desalienta las inversiones y constituye una de las
principales causas de la escasez que padece el país.
La gente se agolpa a las puertas de los mercados "porque sabe que algo está mal,
sabe que la economía se está quedando sin inventario, se está quedando
sin mercancía y por tanto van a los mercados a tratar de abastecerse... para
buscar una solución a su problema particular. Ahora cómo se resuelve el
problema a nivel macroeconómico... bueno simple y llanamente levantando el control de cambio y precios.
Las importaciones también se han visto desalentadas por leyes que castigan con cárcel a
los minoristas que acumulen bienes y luego los vendan a un precio superior
al que las autoridades consideran como un margen justo de ganancia.
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