Los mercados financieros ponen
fin a un 2014 marcado por el desplome del precio del crudo y se enfrentan a un
2015 en el que también tendrán que hacer frente a varios factores de riesgo que
podrían desestabilizarlos.
El primero es la agitación política que está sumiendo a la zona euro en
una nueva crisis. El país que deberá preocupar más a los inversores es España.
Cuestiones como la semana laboral de 35 horas, la reducción de la edad
de jubilación o la reestructuración de la deuda podrían alejar a España de la
zona euro. Una posible victoria de PODEMOS en las urnas podría destara el
pánico en los mercados de bonos.
Otro factor de riesgo para los
mercados son las medidas de estímulo que pondrá en marcha el banco Central
Europeo (BCE) en 2015. Todo el mundo espera que el regulador ponga en marcha
las compras de deuda soberana (QE) para combatir la deflación. En su última
reunión del año el BCE se comprometió a “cumplir con su mandato” y
reconoció que baraja la compra de todo tipo de activos “menos el oro”.
La fusión de BP y Shell: Los rumores de
mercado sobre una posible fusión entre Shell y BP han sido constantes en los
últimos meses. De hecho, se lleva especulando durante años con la posibilidad
de que los dos pesos pesados de la industria petrolera europea unan sus
negocios y 2015 podría ser el año en el que esto realmente suceda.
BP nunca se ha recuperado de la catástrofe del Golfo de México y ambas
empresas se enfrentan ahora a un mercado con el barril de crudo a 50 dólares
(precio que podría ajustarse aún más en verano). Ante unas perspectivas tan
hostiles, los dos gigantes podrían optar por unir fuerzas y así reducir
costes y mantener beneficios.
Crisis en Rusia: El presidente
ruso, Vladimir Putin, siempre se ha referido a los países que formaron parte de
la URSS como el “extranjero próximo”, incluyendo países como Bielorrusia,
Georgia y Kirguistán. La mayoría de ellos se han mantenido dentro de la órbita
rusa durante todo este tiempo por una mezcla de intimidación y sobornos.
La crisis del petróleo hace mella en las arcas del Kremlin y a Moscú se
le acaba el dinero fácil, por lo que no dispondrá de efectivo para satisfacer a
todos sus vecinos del “extranjero cercano”. La fuerte devaluación del
rublo ya ha afectado a Bielorrusia y la crisis de la divisa rusa puede
extenderse a otros estados.
Rusia podría enfrentase en 2015 a una oleada de revueltas en sus países
vecinos, cuyos ciudadanos podrían comenzar a demandar mayor independencia
nacional en busca de un lugar en el mundo.
Paz en Siria: La guerra
civil que ha asolado Siria en los últimos tres años y ha abierto las puertas a
la creación del Estado Islámico podría finalizar en 2015. La crisis del
crudo podría implicar que países como Rusia e Irán, firmes partidarios del
presidente sirio Bashar al-Assad, retirasen su apoyo al dictador.
La restauración del país sería positiva para los mercados de Oriente
Medio e incrementaría la oferta de crudo un mercado de petróleo
desbordado ya de por sí.
Fiebre tecnológica en China: La salida a bolsa de Alibabá confirmó
la fiebre por las nuevas tecnologías que se vive en el gigante asiático. Todo
apunta a la posibilidad de que se produzca una nueva burbuja tecnológica en
el ya alcista mercado de valores chino.
EN AMERICA LATINA
La complicada situación
internacional presentará importantes retos para varios países latinoamericanos
en 2015, aumentando los riesgos para las perspectivas económicas de la región,
pero manteniendo estables las calificaciones soberanas.
La agencia prevé que el crecimiento regional se recuperará hasta el 1,6
por ciento en 2015 desde el 0,9 por ciento estimado para 2014, si bien los
riesgos apuntan a la baja.
Los mayores riesgos del
panorama económico y las calificaciones proceden de las complicadas condiciones
externas
Estas incluyen una mayor corrección a la baja de los precios de las
materias primas, una desaceleración más rápida de lo esperado en China y el
posible incremento de la volatilidad financiera global cuando la Reserva
Federal de Estados Unidos comience a subir sus tasas de interés.
En el caso de México, la amenaza es mitigada por su programa anual
de cobertura petrolera, mientras que el alivio en Colombia llega por el
manejable peso de su deuda, así como por la mejora de la credibilidad de su
política fiscal.
Asimismo, se espera que Argentina y Venezuela sigan en recesión el
año próximo.
El aspecto más negativo para
la región serán los bajos precios de las materias primas, especialmente
para los países andinos y del Cono Sur.
Venezuela es la nación más expuesta a los bajos precios del crudo.
Aunque Ecuador también es vulnerable, una rebaja del gasto podría contener
el deterioro fiscal.
Chile y Perú están mejor posicionados para enfrentar este golpe gracias
al bajo peso de su deuda y destacados amortiguadores fiscales.
La mayoría de las calificaciones soberanas en Latinoamérica tienen un
Panorama Estable en la actualidad. El número de economías con Panorama Positivo
y Negativo también está equilibrado, con Bolivia y Paraguay en el primer
caso y El Salvador y Venezuela en el segundo.
El déficit fiscal agregado de
Latinoamérica seguirá elevado en 2015, subrayando los retos de la consolidación
fiscal en la era posterior al auge de las materias primas.
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